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El último tango en París
Víctor
Bustamante
El
Último Tango en París (1972)
aun conserva su encanto. Hay tanto mundo, tanta coincidencia, y tanta fatalidad,
que cada que la veo de nuevo, no cabe duda que es la obra maestra de Bernardo
Bertolucci.
Paul porque, sí,
es Brando y Mary Schneider. Jane, encarnan una pareja que se encuentra casualmente
al buscar y coincidir en un mismo cuarto de un piso deshabitado a punto de ser
alquilado por alguno de ellos. Así se inicia una relación si ningún tipo de interés
sino del encuentro por sí mismo, nada los ata, no hay pasado, cada uno posee su
historia personal , pro en esos instantes nada interesa, solo poco a poco parecerán
rasgos de cada uno, pero lo interesa es la relación entre ambos, la curiosidad
inicial de ella y el dominio de él, que al final se cambiará ante la impaciencia
de Jane –
Además hay un
Paris como presencia, en las calles, bajo el viaducto del metr donde ellos
camina y una escena en una gran salón de baile done la pareja, sale a bailar y
se la pasan es viviendo la risa y la coincidencia de su amoríos, ahí es donde
subyace la música de Gato Barbieri el compositor de los casi cincuenta momentos
musicales de este filme.
Brando casado con
una mujer que le es infiel, vive su drama y la Schneider bella, y vital es la mujer
ideada, perfecta, la que se encuentra y no tiene ninguna historia, solo es lo que
se vive en esos momentos, además no pregunta nada, no se interesa por nada de perfeccionar
el desconocido a su manera, solo viven escenas de sexo sobre una casa nunca idealizada,
vacía, con algunos muebles cubiertos con sábanas blancas, puros fantasmas y
sobre el cálido piso de madera, yacen en esas tardes cuando el acercamiento
entre dos desconocidos es la máxima utopía que se realiza. Hay tanta vida en esa
pareja, que obligó a que ese filme se convertiría en una película de culto.
La leyenda dice que
existían unas líneas generales del guion, las cuales Brando comenzó a quebrar colocando
ademanes, palabras, actitudes, momentos que terminaron con la idea de publicar
una novela, como en realidad ocurrió.
La película fue censurada
en Colombia, y muchas personas fueron a verla a Venezuela. Nuestra mojigatería,
solo permito verla después de diez años, para saber que el erotismos que para
unos era de una crudeza imposible de dejar ver, consistía en el juego erótico,
bello y deslumbrante de una pareja sus poseen sus cuerpos para encontrase.
El
Último Tango en París todo
sincroniza, la fotografía de Storaro, el guion, loas actores que aun nos
deslumbran y sobre todo, la música con esa melancolía que se filtra por las paredes,
por los claroscuros de los cuartos, por las calles, y por la sutileza de sus personajes;
momentos que conducen a lo inexplicable, crear una obra amaestra del cine
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Gato Barbieri
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Gato Barbieri
Leandro “Gato”
Barbieri (Rosario, Argentina; 28 de noviembre de 1932), es un saxofonista de
jazz argentino.
Representante
destacado del jazz latino, participó en su juventud en la banda de otro
destacado jazzista argentino, Lalo Schifrin. Ha abordado también en su carrera
el jazz de vanguardia, sobre todo en la década de 1960, y el pop y la fusión a
finales dela década de 1970.
Ha sido influenciado por John Coltrane,
Pharoah Sanders y Carlos Santana. Su música tiene frecuentemente un tono
desgarrado, a base de notas largas y con un volumen elevado.
A los doce años
aprende a tocar el clarinete tras sentirse impresionado por la escucha de
"Now's the Time" de Charlie Parker. Se traslada con su familia a
Buenos Aires en 1947 y continua recibiendo lecciones de música, cambiándose al
saxo alto; hacia 1953 se convierte en una celebridad musical gracias a sus
actuaciones en la orquesta de Lalo Schifrin. A finales de la década, comenzó a
dirigir sus propios grupos, tocando ya el saxo tenor. Se traslada a Roma en
1962 y conoce en París a Don Cherry, uniéndose a su grupo y empapándose del jazz
de vanguardia. Tocó también con Mike Mantler's Jazz Composers' Orchestra a
finales de la década de 1960.
Ya en la década de
1970, experimenta un cambio musical y se decide por la reincorporación en su
música de melodías, instrumentos, armonías, texturas y ritmos sudamericanos,
con dos excelentes músicos, Domingo Cura y Adalberto Cevasco. Discos como el
directo El Pampero on Flying Dutchman y sus obras para Impulse, con
exploraciones de ritmos y texturas brasileñas, afrocubanas y argentinas, le
proporcionaron un gran prestigio en el mundo del jazz.
Fue,
no obstante, un éxito comercial el que lo llevaría a sus cotas más altas de
popularidad: su sensual banda sonora para la película de Bernardo Bertolucci El
último tango en París, de 1972. Un contrato con A&M en los Estados Unidos
le llevó a realizar discos de fusión entre jazz y el pop a finales de la década
de 1970. Se centró luego, a principios de la década de 1980, en un sonido
suramericano más intenso e influenciado por el rock, aunque sus oscilaciones
estilísticas son constantes en su carrera.
Aquejado de serios problemas al corazón y
afectado por la muerte de su mujer, Barbieri estuvo inactivo prácticamente a lo
largo de toda la década de 1990, pero regresó en 1997, tocando intensamente en
el Playboy Jazz Festival de Los Ángeles, grabando a partir de entonces varios
discos.
(Wikipedia)
eXTRAORDIANRIO, FELICITACIONES
ResponderEliminarVictor en Colombia no fue censurada. Solo en Argentina y otros paises de Asia. Aquí lo que pasó fue que no le gustaba a nadie o a personas como tu, que salián decepcionadas. Claro, luego con el tiempo ahora si disque buena, pobres tontolinos.
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