Osvaldo
Peredo en Medellín
Osvaldo
Peredo nació en Buenos aires en el año de 1930. Se inició como futbolista
jugando en las divisiones inferiores de San Lorenzo de Almagro, con dieciocho
años alternaba con su afición por cantar tangos. Fue contratado para viajar a Colombia
como jugador de futbol, él relata su partida:
“Salí
de Buenos Aires en junio con frío, y llegué a Barranquilla con 38 grados y un
solazo rojo que me tumbaba. Me pude recuperar, y después de un mes de
entrenamiento, cuando ya estaba hecho un avión, se terminó el campeonato y
todos quedamos libres. Un amigo me convenció de que largara todo, que fuera a
Medellín y me dedicara al tango.
Fui
navegando por el río Magdalena, como si fuera el Mississippi, en un barco de
esos con ruedas. Iba sin nada, sin camarote, pero ahí en el barco me puse a
cantar, le gustó al capitán y me dio un lugar para dormir. Llegué del Puerto
Berrío a Medellín y comenzó una etapa formidable.”
En
Medellín, soltero y artista, comprobó el cariño tórrido de “muchachas que
desfallecían por el acento argentino, y por la pinta del centro jazz que les
canta al oído. Fue un momento muy especial, muy lindo, aunque tuve días que
sólo me alcanzaba para comer arroz.”
Grabó
tres discos durante tres años y medio girando por Colombia entre actuaciones en
televisión, teatros y cabarets, hasta que se le dio la oportunidad de viajar a
Venezuela (“cambié el dinero de la falopa por el dinero del petróleo”), donde
permaneció otros tres años y medio. Anduvo por Maracaibo y Caracas y jugó de
local en Pasapoga, un cabaret donde llegó a actuar con Andy Russell.
Lo ha acompañado la Orquesta Victoria, compuesta por jóvenes intérpretes. Osvaldo
Peredo ya con 87 años, puede considerarse el representante más conspicuo del
tango. Con la interpretación es notorio que el sentimiento del tango es lo más notorio.
Bibliografía:
-https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-8777-2013-04-21.html
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