Tango de la muerte /Paul Celan
-Carlos Ortega-
Algunos de los judíos deportados volvieron.
Así ocurrió con su amigo, el poeta Immanuel Wcissglas. Paul supo entonces que
su tío, Bruno Schrager, había permanecido en París hasta el estallido de la
guerra. Su nombre, sin embargo, aparecía en la lista de los 500 deportados en
el primer convoy que las SS de Eichmann condujeron de Drancy a Auschwitz. Todo
ello removió de nuevo el trauma de Paul y reeditó su sentimiento de culpa
respecto de la suerte corrida por sus padres.
Durante aquellos meses escribió la primera
versión de «Fuga de la muerte», tal vez el poema al que la crítica ha dedicado
más atención de todos los escritos después de la guerra. Las metáforas de esta
endecha suprema, compuesta contra la inhumanidad del hombre, remiten a la
matanza de Auschwitz. Tuvo una primera publicación en lengua rumana en el
número de mayo de 1947 de una revista de Bucarest, Contemporanul, gracias a la
traducción de su amigo Petre Solomon. Fue entonces cuando Paul cambió su
apellido, y pasó a llamarse Celan en vez de Antschel. Solomon escribió la siguiente
nota introductoria: «El poema cuya traducción publicamos evoca un hecho real.
En Lublin, como en otros muchos “Campos de la muerte” nazis, se obligaba a un
grupo de los allí prisioneros a cantar nostálgicas canciones mientras otros
cavaban sus tumbas». Solomon lo tituló en rumano «Tangoul Mortii». (Tango de
muerte). En cualquier caso, música y muerte como en La muerte y la doncella, de
Schubert, o en el Réquiem alemán, de Brahms, y en tantas otras obras que ponen
en conexión la nada y el orden, las paradojas de la aniquilación, la armonía
para expresar una aflicción extrema:
Negra leche del alba la bebemos de tarde
la bebemos a mediodía de mañana la bebemos de
noche
bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires no se yace allí
estrecho
Vive un hombre en la casa que juega con las
serpientes que escribe
En la casa vive un hombre
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo
de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las
estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una fosa en la
tierra
nos ordena tocad a danzar
La perspectiva de un régimen soviético
peligroso y represivo sobre todo para los judíos le movió a alejarse de su
ciudad natal. Hasta entonces había seguido viviendo con su abuelo y otros
parientes en la misma casa de sus padres. Ahora estaba decidido a marcharse a
Viena, pero antes debía pasar por Bucarest. Cuando en abril de 1945 abandonó la
Bucovina, Paul, como otros de sus conciudadanos, lo hizo como un apátrida, sin
pasaporte ni nacionalidad. En Bucarest lo acogió el decano de los poetas judíos
de Czernowitz, Alfred Margul-Sperber, que había leído con entusiasmo sus
poemas. Margul-Sperber encontró un trabajo para él en una editorial nueva, la Cartea
Rusa (El libro ruso), que consistía en redactar y traducir textos del ruso al rumano.
Allí tradujo algunos cuentos de Chéjov y de Turguéniev, la novela de Lermontov
Un héroe de nuestro tiempo, etc., trabajos que firmó con seudónimos, porque el
antisemitismo aún no había desaparecido en Rumania. Su destreza hizo, sin embargo,
que se le apreciara como traductor. Conocía el rumano perfectamente, hasta el
punto de que escribió, a petición de su amigo Solomon, algunos poemas en rumano.
Pero siempre le fue fiel a la lengua alemana, pese a que se hubiera convertido
en la lengua de los verdugos de sus padres: «Uno no puede expresar su verdad
más que en su lengua materna; en una lengua extranjera, el poeta miente», decía.
….
Bibliografía:
Obras completas de Paul Celan. Prólogo de
Carlos Ortega
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