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Gloomy Sunday / Triste domingo / Szomorú
Vasárnap
Víctor
Bustamante
La
manera en que se conocen las canciones tiene su historia. Un amigo de
bachillerato, Luis Alfonso Calle, faltaba los lunes al colegio; la razón se iba
a escuchar melodías a Tango Bar, o por los lados de La Variante, y allí se
clavaba a beber y a vivir su spleen. A lo mejor los tangos le recordaban
instantes de melancolía, justificaciones del savoir vivre o simplemente lo
atrapaba la música. En los eventos culturales del colegio cantaba Triste Domingo. Y no era para menos, su madre, Mariela Rojo, en tiempos anteriores de
estudio también era quien cantaba tangos en la escuela durante las diversas
presentaciones culturales.
Triste domingo
es un vals, colado en lugares para tangos. Muchas veces confundo algún vals con
uno de estos, es decir lo asimilo y me gusta escucharlos a pesar de su tono
suave Llegué a pensar que era de origen argentino en la versión escuchada en
los bares del pueblo, Barbosa, y luego en los diversos cafés de tango en
Medellín, siempre lo relacionaba con Agustín Magaldi. Su tono es muy
sentimental y comienza con guitarras y luego los violines, y esa voz que le
imprime y nos desgarra con una melancolía severa. La canción cuenta una
historia de amor imposible donde la sugerencia de la muerte ha cortado la
pasividad y posibilidad de un encuentro.
Para
algunos críticos musicales no es un tango sino un vals, o un "Adagio
triste", ya que no figura el 2 por 4 por ningún lado.
La
primera versión al español aparece con el título de Domingo Triste,
cuyos autores fueron: José L. Andrioni, Sam Lewis, László Jávor, Seress. Grabada
en 1936 por Agustín Magaldi. Esta enumeración de letristas se debe a que ha
sido reelaborada desde la letra inicial de Seress y cada uno da su versión, apartándose
totalmente de la apocalíptica letra original. László Javor es quien le da ese tono elegíaco que sufrirá variaciones en las posteriores versiones que harán los demás letristas apegados a la melodía del original de Rezső
Seress . Estos compositores se referirán a una historia de amor imposible donde
la muerta ronda de una manera inflexible.
En
Latino-américa se impuso las versión de Magaldi y un poco menos la de Mercedes
Simone; ambas tomadas y reelaboradas a partir de la versión de Sam Lewis.
....
TRISTE DOMINGO
(Canta Agustín Magaldi)
Recitado:
Triste domingo,
triste domingo con cien flores
blancas,
murmura el amante,
que vivió esperando,
su cita galante.
Más fue vana espera,
soñada quimera.
Cantado:
Triste domingo con cien flores
blancas,
te esperé, amada, lleno de emoción.
Más a la cita tan solo el recuerdo,
trajo en sus alas la desilusión.
Sin tu cariño mi pena es la pena,
bebo mi llanto y no se consuela,
mi corazón.
Recitado:
Y así al pobre amante dobló el
desconsuelo,
y hoy clama a su amada con llanto
de duelo,
truncada su suerte en flores de
muerte.
Cantado:
Este domingo no faltes amada,
con otras flores volveré a esperar,
con muchas flores las manos unidas,
sobre mi pecho y una cruz detrás.
Y si mis ojos muy fijos te miran,
tú nada temas que mi despedida,
te quieren dar.
...........
Triste
Domingo: también fue cantado por Mercedes Simone con su registro de mezzo-soprano.
Ella grabó este vals con el trío de Piana-Garza-Kohan en 1937. Esta canción, en sus créditos, tiene música de Rezső Seress y letra de
Francisco Gorrindo y László Jávor.
Versión
de Francisco Gorrindo:
TRISTE DOMINGO
(Canta Mercedes Simone)
“Triste domingo, con cien flores
blancas”
Y ornado el altar de mi loca
ilusión
Donde mi alma se ha ido a postrar
Mientras mi boca llamándote está
Muere en mis sueños ocasos de
hastío
Cansados de espera y de soledad
¡Triste
domingo!
Tú no comprendes la angustia
terrible
De estar esperando, sin verte,
llegar
¡Vuelen tus pasos que debo marchar!
No ves que muero con mi loco afán
Quiero que seas la blanca y piadosa
Mortaja que cubra mi hora final
¡Triste
destino!
Querido
Junto a mi ataúd que circundan
muchas flores
Aguarda mi confesión un sacerdote
Y a él le digo:
Lo quiero, lo espero.
No temas nada si encuentras mis
ojos
Sin vida y abiertos y esperándote
Tus manos son quien los deben
cerrar
Y acaso entonces yo habré muerto en
paz
Siento un doblar de campanas, que
Lúgubremente sus voces me ordenan
marchar
¡Triste
domingo!
¡Vuela mi vida tu paso querido
Que llega la hora que debo partir!
Quiero tenerte en mi viaje final
Y algo me dice que no llegarás
Triste domingo visítame amado
Que ahora en mi tumba yo te he de
esperar
¡He
de esperar!
......
Triste
Domingo como se tradujo al español, o Domingo sombrío según se traduzca de Gloomy Sunday llegó a Estados Unidos en
1936 y, debido a una intensa campaña de publicidad, empezó a ser llamada La
canción húngara del suicido. Había la creencia de que tenía el poder de
hipnotizar a los amantes desolados, que tras escucharla se precipitaban hacia
la ventana abierta que tuvieran más cerca.
Tanto
Sam M. Lewis como Desmond Carter tradujeron la canción al inglés del original
de su autor Rezső Seress. La
versión de Sam Lewis fue interpretada en 1936 por Hal Kemp y su orquesta y más
tarde por Artie Shaw y Billie Holiday. Hildegarde utilizó la versión de Desmond
Carter. La notoriedad de Gloomy Sunday
aumentó tras la interpretación de Billie Holiday en 1941. Su interpretación
convirtió la letra de Lewis en la versión de referencia para posteriores intérpretes. Intentando aligerar el tono pesimista, se añadió una tercera
estrofa en la versión de Billie Holiday, dándole a la canción un tono de ensoñación
(empezando con "Dreaming, I was only dreaming"). Paul Robeson (1936),
Diamanda Galás (1992) y Björk usaron la letra de Carter para sus versiones.
...
Versión
original del húngaro, al ingles y al español Su traducción al español sería:
GLOOMY SUNDAY
«Gloomy Sunday with a hundred white flowers
I was waiting for you my dearest with a prayer
A Sunday morning, chasing after my dreams
The carriage of my sorrow returned to me without you
It is since then that my Sundays have been forever sad
Tears my only drink, the sorrow my bread...
Gloomy Sunday
This last Sunday, my darling please come to me
There'll be a priest, a coffin, a catafalque and a winding-sheet
There'll be flowers for you, flowers and a coffin
Under the blossoming trees it will be my last journey
My eyes will be open, so that I could see you for a last time
Don't be afraid of my eyes, I'm blessing you even in my death...
The last Sunday»
DOMINGO SOMBRÍO
Gloomy Sunday con un centenar de
flores blancas
que estaba esperando por ti mi
querida con una oración
Un domingo por la mañana,
persiguiendo mis sueños
El carro de mi dolor me fue
devuelto sin ti
Es desde entonces que mis domingos
han sido siempre tristes
Lágrimas mi única bebida, el dolor
de mi pan ...
Gloomy Sunday
Este domingo pasado, mi amor por
favor, ven a mí
Habrá un sacerdote, un ataúd, un
catafalco y un sudario
Habrá flores para ti, flores y un
ataúd
Bajo los árboles en flor que será mi último
viaje
Mis ojos estarán abiertos, de modo
que yo pudiera ver por última vez
No tenga miedo de mis ojos, estoy
bendiciendo incluso en mi muerte...
El último domingo
László
Jávor, Traducción literal al inglés
.......
GLOOMY SUNDAY
Desmond Carter lyrics
Sadly one Sunday I waited and waited
With flowers in my arms for the dream I'd created
I waited 'til dreams, like my heart, were all broken
The flowers were all dead and the words were unspoken
The grief that I knew was beyond all consoling
The beat of my heart was a bell that was tolling
Saddest of Sundays
Then came a Sunday when you came to find me
They bore me to church and I left you behind me
My eyes could not see one I wanted to love me
The earth and the flowers are forever above me
The bell tolled for me and the wind whispered, "Never!"
But you I have loved and I bless you forever
Last of all Sundays
….
Traducción de la versión de Desmon
Carter
Tristemente un domingo esperé y
esperé
Con flores en mis brazos para el
sueño que había creado
Esperé 'hasta los sueños, como mi
corazón, estaban rotas
Las flores estaban todas muertas y
las palabras eran tácitas
El dolor que yo sabía que era más
allá de toda consolación
El latido de mi corazón era una
campana que era de peaje
Lo más triste de los domingos
Luego vino un domingo cuando
viniste a buscarme
Ellos me llevaron a la iglesia y te
dejan tras de mí
Mis ojos no podían ver que yo
quería que me ame
La tierra y las flores son siempre
por encima de mí
La campana sonó para mí y el viento
le susurró: "¡Nunca!"
Pero tú me has amado y te bendiga
para siempre
Último de todos los domingos
...
Szomorú Vasárnap, en inglés Gloomy Sunday, en español Triste Domingo,
fue compuesta por el pianista húngaro Rezső Seress en 1933. Sin embargo, en
la versión que llegó a publicarse ese mismo
año, la
impresionante desesperación y aflicción de la letra original de Seress fue reemplazada
por la melancólica letra del poeta húngaro László Jávor. Fue esta la versión la que hizo
nacer la leyenda de suicidios en Hungría, en Estados Unidos y en países como
Inglaterra, Italia o Alemania. Romántica, melancólica y vinculada a la muerte, refiere
la historia de un amante que pierde a su gran amor y plantea unirse a él en la
muerte. La versión de Sam M. Lewis, es intensa y poética, capaz de inspirar
pensamientos suicidas en quien estuviese sumido en la depresión o tuviese una
propensión innata al suicidio. No obstante la gran cantidad de muertes a las
que se asoció es algo que despertó y aún despierta el asombro y la duda que
continúan alimentando la leyenda de ésta canción que fue prohibida en emisoras
estadounidenses y húngaras, que inspiró investigaciones parapsicológicas en
Francia y que fue incluso prohibida por la BBC de Londres.
Rezső Seress, en 1968, se suicidó saltando de una ventana de su
apartamento en Budapest. En su obituario el The
New York Times no solo insiste en la evidente notoriedad de su composición,
sino que añade:
Budapest, 13 de enero. Rezső Seress, cuya exitosa canción de
estilo fúnebre, Gloomy Sunday, fue
culpada de haber desencadenado una ola de suicidios durante los años 30, ha
puesto fin a su propia vida suicidándose.
Las autoridades revelaron hoy que Seress saltó de una ventana
de su pequeño departamento el pasado domingo, poco tiempo después de su
sexagésimo noveno cumpleaños.
La década de los años 30 estuvo marcada por una severa
depresión económica y por la agitación que provocó la Segunda Guerra Mundial.
La melancólica canción escrita por
Seress, con letra de su amigo László Jávor, un poeta, declara: «Mi
corazón y yo hemos decidido terminarlo todo». Fue culpada de haber provocado un
incremento en el número de suicidios, y las autoridades húngaras la prohibieron
finalmente. En Norteamérica, donde Paul Robeson introdujo una versión en
inglés, algunas emisoras de radio y clubes nocturnos la vetaron.
Seress se quejó de que el éxito de Gloomy Sunday en realidad había hecho aumentar su infelicidad,
porque sabía que nunca sería capaz de componer otro éxito igual.
Algunos artistas que han grabado esta canción:
Hal Kemp y su orquesta, Paul
Whiteman y su orquesta, Artie Shaw y su orquesta, Billie Holiday, Lydia Lunch, Elvis Costello, Los Asociados, Marianne Faithfull, Carol Kidd, Sinéad
O'Connor, Gitane Demone, Sarah McLachlan, Björk, Heather Nova, Sarah Brightman,
Portishead.
Llegar de esta manera a Domingo Triste, a sus diversas variaciones y a sus numerosas leyendas, es buscar el origen de una canción que ha resistido el paso del tiempo y que
causa curiosidad debido a su melancolía, así como a las leyendas
posteriores que han surgido con los diversos suicidios que se le atribuyen. No
sé si la idea, tantas veces, recurrente acerca de que las personas se suicidan en
los días domingos tengan que ver con esta canción, ya que hay estadísticas que
demuestran que este día es propicio para llevarlo a cabo.
Versión
original:
DOMINGO
SOMBRÍO
Seress
Rezső
Es
otoño y las hojas están cayendo
Todo el amor ha muerto en la tierra
El viento llora con lágrimas tristes
Mi corazón nunca la esperanza de una nueva
primavera de nuevo
mis lágrimas y mis penas son todos en vano
La gente es cruel, codiciosa y malvada ...
El amor ha muerto!
El mundo ha llegado a su fin, la
esperanza ha dejado de tener un significado
Ciudades y están siendo
expulsados, metralla está haciendo música
Meadows son de color rojo con la
sangre humana
Hay gente muerta en las calles de
todo el mundo voy a decir una
oración silenciosa :
Las personas son pecadores, el Señor, que comete errores...
Todo el mundo se ha acabado!
....
SZOMORÚ VASÁRNAP
Seress
Rezső
Ősz van és peregnek a sárgult levelek
Meghalt a földön az emberi szeretet
Bánatos könnyekkel zokog az öszi szél
Szívem már új tavaszt nem vár és nem remél
Hiába sírok és hiába szenvedek
Szívtelen rosszak és kapzsik az emberek...
Meghalt a szeretet!
Vége a világnak, vége a reménynek
Városok pusztulnak, srapnelek zenélnek
Emberek vérétől piros a tarka rét
Halottak fekszenek az úton szerteszét
Még egyszer elmondom csendben az imámat:
Uram, az emberek gyarlók és hibáznak...
Vége a világnak!
....
Noticia
de varios suicidios debido a Gloomy Sunday
Estos eventos asociados a la
canción, llevan a convertirla en una leyenda, pero al mismo tiempo a mancharla
de un aspecto de maldición. Me recuerda la cadena de suicidios que originó en
Europa la lectura de Werther de Goethe
cuando se publicó.
En febrero de 1936, la Policía de
Budapest investigaba el suicidio de un zapatero Joseph Keller. Lo curioso es
que este había dejado una nota en que citaba Gloomy
Sunday. Tras el evento anterior, diecisiete personas se quitaron la vida. En
cada caso, Gloomy Sunday estaba
estrechamente relacionada con las circunstancias que rodearon estos suicidios,
en los que se incluyen dos personas que se dispararon ellos mismos mientras
escuchaban una banda de gitanos tocando la melodía. Otros se ahogaron en el
Danubio mientras aferraban la partitura de Gloomy
Sunday. Un habitué al salir de una discoteca se voló los sesos después de
haber solicitado a la banda tocar La canción Suicida.
La Policía de Budapest decidió
prohibir la canción. Pero en Berlín reapareció ese destino trágico, ya que un
joven comerciante se ahorcó, a su lado yacía una copia de Gloomy Sunday. En Nueva York, un
mecanógrafo al suicidarse dejó una petición de que Gloomy Sunday se debía ejecutar en su funeral.
Se afirma que los romances rotos
son las causas de estos suicidios. Sin embargo, esto es discutible. Por
ejemplo, un hombre saltó a su muerte desde una ventana del séptimo piso, se lamenta de un Gloomy
Sunday. Él tenía más de 80 años de edad. En contraste con esto, una niña de
14 años se ahogó mientras que agarra una copia de "La Canción del
Suicidio". También en esta cadena de coincidencias es evidente y curioso el
caso de un mensajero en Roma, que, después de haber oído a un mendigo tararear
la melodía, estacionó su bicicleta, se acercó al mendigo, le dio todo su
dinero, y luego se arrojó en las aguas de un puente cercano.
Rezső
Seress, estaba tan desconcertado por su melodía como el resto del mundo. Aunque
él escribió la canción sobre la ruptura de su propio romance, nunca imaginó los
resultados que seguirían.
Al principio tuvo dificultades para
conseguir que alguien publicara la canción. Un editor le dijo: "No es que
la canción sea triste, hay una especie de desesperación terrible y convincente al
respecto. No creo que le haría ningún bien a nadie para escuchar una canción
como esa."
Cuando Seress logró que su canción fuera
publicada y a la semana siguiente se convirtió en un éxito, contactó a su
ex-amante e hizo planes para volver. Al día siguiente ella se
quitó la vida al ingerir veneno. A su lado había una hoja de papel que contenía
dos palabras escritas: Gloomy Sunday.
Cuando se le preguntó a lo que
tenía en mente cuando escribió la canción, Seress respondió: "Estoy en
medio de este éxito mortal como un hombre acusado. Esta fama fatal me duele.
Lloré todas las decepciones de mi corazón en esta canción, y parece que otros
con sentimientos como los míos han encontrado su propio dolor en ella".
Como pasaban los meses y la fogosidad
y los suicidios se apaciguaron, la BBC acordó liberar Gloomy Sunday de su prohibición, y solo trasmitir la versión en
forma instrumental. Pero ocurrió un evento trágico cuando un policía de Londres
fue alertado sobre el caso curioso de una melodía que se repetía sin parar
durante varios días en un apartamento. Al entrar encontraron un fonógrafo
automático reproduciendo la melodía. Junto a él había una mujer, muerta por sobredosis de barbitúricos. Fue este incidente que llevó a la BBC para volver a
imponer la prohibición de dicha melodía.
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Esta noche de sábado, en que ha perdido la
Selección Colombia en Brasil me dispongo, en la casa de una amiga, Maru, a ver
una película elegida entre cinco cds, La leyenda de una canción. Cuando
comienza leo el título original Gloomy Sunday. Por una coincidencia se instala de nuevo la necesidad de averiguar el origen de esta canción. Pero así es el azar, nos presenta lo que inconscientemente buscamos y aplazamos de alguna manera. Un músico en el
restaurante toca la melodía, caigo en cuenta que se trata de Triste Domingo. No
sabía la existencia de esta película de Rolf Schübel. Sé que desde este momento
amo esa ciudad, Budapest, que sirve de trasfondo a ese vals y acompaña la
relación, el menage a trois, entre el compositor de la música, Andras, y del
dueño del restaurante Lázló Szabó y su amante Ilona. Un trío feliz, inusual y
comprensivo. Pero esa felicidad se vería truncada al aparecer otro enamorado de
Ilona, el alemán Hans Wieck. En el cumpleaños de Ilona Lázló le regala una
hebilla, Wiekc una foto que le ha tomado con su Leica y Andras, el compositor, la
partitura de Gloomy Sunday. Luego Wiekc, muy ebrio, decide
arrojarse al Danubio pero Lázló lo salva y agradecido promete su amistad, pero
cuando este se convierte en un coronel nazi y regresa al restaurante en
Budapest lo deporta a los campos de exterminio para apoderarse con mentiras no
solo de Ilona, sino chantajear a los judíos para no ser deportados o
enviados a la muerte. La venganza Wieck, mantenida en su interior hacia Lázló,
termina enviándolo a la muerte en los trenes que van a los campos de
concentración. Antes de había suicidado Andras, pero la venganza es dulce y
necesaria, al regresar Wieck como un ejecutivo, con la imagen de benefactor, al
restaurante muchos después a celebrar sus 80 años. Ilona, ya en su vejez, en el
restaurante dejado por Lázló lo reconoce y en su bebida le da una poción de veneno mientras suenan los acordes
de Gloomy Sunday, y así establece el
equilibro al espectador, con la traición, los sueños, el amor y la muerte y, por supuesto, con el buen al cine.
En
conclusión, Gloomy Sunday aún nos conmueve y ya es un clásico de la música, sus
diversas versiones lo atestiguan. Y esta hermosa película nos ubica el destino
de su creador y el ámbito que le tocó vivir.