miércoles, 29 de diciembre de 2021

TANGO Y POEMA / Saúl Bustamante

  


TANGO Y POEMA /

Saúl Bustamante

Unos miran con desdén, después de todo, continúan el tango y el poema.

Aquí la tarde espera el asalto de la música, y la literatura desmenuza el lenguaje de los cuerpos, esa creación temprana, cuyo carácter confunde los pacientes rostros.

La boca se ha convertido en un rifle pues dispara ardientes palabras.

Estamos en paz, aunque las formas liberan feromonas y encienden el ambiente.

Me hundo en el juego del alfabeto al adoptar el tango desde Caminito hasta la Casa gardeliana, aunque el sur conserve su frío y la nostalgia del gran Buenos Aires.

Sus cuerpos se estiran como dulces sablazos, cortando el viento que indiferencia cuando sus ojos se hunden sobre las propias cuencas, esperando unas seguidas palmas para confundirlos entre una sonrisa y el espesor de un grupo de espectadores.

Me remonto a la modestia, a la cultura y al plano espiritual, para conciliar con la creación humana

Chopin era nombrado, ciertamente su nocturno lo consagra, aunque haya roto su periplo romántico con Amantina Dupin, simplemente los vicios del romanticismo son un frágil estado donde pocos entienden el lado más débil.

Todavía prometo escuchar

He creído en la fuerza del parentesco,

Soy de aquí de la cercana población, me toca decirlo, lo dije una vez sin miedo,

Barbosa concede los embustes de espaldas a la Biblioteca donde existe el miedo a la creación,

Donde Sara sonríe despiadadamente, pues el ciclo de los alcatraces tiende a coincidir a la rareza de una atmósfera que liquida sus amores, trata de imponer unos nuevos tintes donde el negro recauda unas sombras y el blanco compone.

El hechizo del recuerdo ha jurado religiosamente comentar sus hazañas más candentes Quizá la intimidad cause revuelo pues la costumbre carga con la