Revista La Lira de junio estará dedicada a Carlos Gardel (con ilustraciones de Alfonso Hiram Redondo, Jorge Restrepo, Álvaro Llanes, Keissy Castillo).
Conmemoraremos los 90 años de su fatal accidente en Medellín. Artículos exclusivos de su vida y de sus canciones. Desde Argentina, interesantes textos de Pablo Darío Taboada y Ricardo Stockdale, nos ilustran sobre pormenores de El Morocho del Abasto. El Dr Gustavo Múnera analiza el perfil sicológico del rey del tango. Jaime Monsalve, director musical de Radio Nacional de Colombia, relata los últimos días del Zorzal; De los legatarios de Hernán Restrepo Duque recibimos Las canciones colombianas en el repertorio de Gardel. Mauricio Restrepo, de la Academia de Historia de Antioquia escribe sobre interesantes anecdotas, son 36 páginas de mucha música salsa con Miguel Iriarte, Alexis Méndez (Rep Dominicana), Adlai Stevenson, Gustavo Tatis (Cartagena), Ciro Quiróz, Julio Oñate (Vdupar), José Ma Torrijos (Panamá), Javier Franco Altamar, Carlos Polo, Gerardo Quintero (Cali), una nomina exquisita con los mejores, ¡siempre
“Farolito” es, sin
duda, el tango mas más reconocido de José Bohr. Además, es un tango muy popular
que ha calado en buena parte del público latinoamericano, que lo asocia por su
melodía y letra, a una melancolía profunda y a una añoranza que persiste,
características comunes en el género. La canción expresa la imagen de un
pequeño farol para simbolizar la luz o la esperanza que guía en la oscuridad que
otorga la ingente soledad después de reaparecer el fuerte destello al recordar
un amor pasado. En síntesis, el hombre devastado por la luz de un farol, que
están presente en algunos tangos, lo acompaña en una noche más que negra,
profunda y matizada de una tristeza donde él regresa en lo inaprensible, sus
palabras y ensoñaciones, luego de tanto solaz junto a una mujer que ya se ha
ido. Lo cual continúa con esa tradición de cantarle a la ausencia como eje
fundamental en diversas canciones. Nadie escapa a una pena. Así este tango
acompaña en una mesa a oscuras con licor y mucha ausencia.
Fue contratado por el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile para realizar un documental. Más
tarde se radicó en Buenos Aires, donde compuso buena parte de los doscientos
temas que acrecentaron el cancionero, tales como "Y tenía un lunar", "Cascabelito" y "Pero hay una
melena", además de tangos publicitarios para casas de música.
Bohr, conocido por su
versatilidad como cineasta, actor y músico, demostró con "Farolito"su habilidad para crear obras que
resonaban emocionalmente con el público. De tal manera su tango se convirtió en
un clásico y ha sido interpretado por diversos artistas, trascendiendo su
época. En Colombia se ha popularizado la versión del Caballero Gaucho. En
burdeles, y en casas de lenocinio de cierta elegancia fatua y contenida, en bares
y cantinas a lo largo de pueblos y carreteras solitarias y polvorientas, a esa
bohemia trashumante con borrachos consuetudinarios en domingos tristes, este
tango ha estado presente, para expresar con su encanto triste, los ocasos de
amores que naufragaron, en tantas personas y en diversas generaciones donde
este tango expresa nada menos que esos sentimientos acérrimos, que desbordan
cualquier vida, una de esas vidas anónimas que vemos cuando en un café un
personaje salido de la baraja de la casualidad se instala a beber y a
escucharlo, porque ese tango es su espejo donde se consuela. Así mismo, le
sirve para abrir su mundo a una experiencia lejana ya que Bohr la ha escrito
para este tipo de personas al borde un abismo momentáneo que solo calma el
licor.
José Bohr, cuyo
nombre real era Yopes Böhr Elzer, fue un creador multidisciplinario y sobresaliente
en el ámbito artístico del siglo XX. Nació en Bonn, Alemania, el 3 de
septiembre de 1901, y falleció en Oslo, Noruega, el 29 de mayo de 1994. Aunque
nació en Alemania, se le considera un director de cine, compositor musical,
actor, productor, guionista y director de fotografía chileno, ya que desarrolló
gran parte de su carrera en Chile, así como en Argentina, Estados Unidos y
México.
Fue un prolífico
compositor de tangos, con cerca de doscientos títulos, algunos fueron
interpretados por Carlos Gardel. Se le atribuye la invención de un instrumento
musical: el serrucho. También fue cantante y director de orquesta.
"Cascabelito",
es uno su tango más emblemático. José Bohr y tuvo un éxito notable, siendo incluso
interpretado por Carlos Gardel. Otros son "Medias de seda", "Mía
(Para ti)", "Por el camino", "Chiquilina", "La
cabeza del italiano”, “No está", "Allá en el sur". También
compuso otros temas populares en otros géneros como el foxtrot ("Oh
París", "Pero hay una melena") y rancheras ("Titina").
Su capacidad para componer y su talento como intérprete lo hicieron una figura
significativa en la música popular, especialmente en el tango.
Fue una figura
pionera e innovadora en la cinematografía. Participó como protagonista en la
primera película hablada en español realizada en Nueva York, "Sombras de
gloria" (1928). Dirigió y participó en numerosas películas en México,
Estados Unidos, Argentina y especialmente en Chile. En Chile, fue nombrado
presidente de Chilefilms en 1940 y dirigió y produjo una veintena de filmes,
muchos de los cuales también musicalizó, fotografió y editó. Algunas de sus
películas destacadas son: "Si mis campos hablaran", "Uno que ha
sido marino", "El Gran Circo Chamorro" y "Mis espuelas de
plata".
Se destacó como actor
en cine y en teatro, participando en obras como "Gaucho" en Broadway.
Fue reconocido por su capacidad de "cantar hablando y hablar
cantando" en sus grabaciones.
También fue autor de
novelas y libros de memorias, como "¡Luz! ¡Cámara! ¡Acción! Retrospectiva
de una vida" y "Desde el balcón de mi vida: 85 años de espectáculo y
vitalidad en las sabrosas memorias del chansonnier de América".
José Bohr fue una
figura clave en la cultura de masas de su tiempo, dejando un legado significativo
en la música y el cine latinoamericano. Recibió el reconocimiento de "Hijo
Ilustre de Punta Arenas" en 1976 y la Orden al Mérito Bernardo O'Higgins
por el gobierno chileno.
Violinista
y compositor. Nació en 1902 en Varsovia y falleció en 1977 en Estados Unidos.
Nació
en una familia profundamente arraigada en la tradición musical. Su madre (de
soltera Melodysta) provenía de una reconocida familia de músicos de klezmer,
mientras que su padre era el flautista principal de la Ópera de Varsovia
(falleció en plena función, cuando Gold tenía tan solo dos años). Su hermano,
el músico Artur Gold, falleció en Treblinka.
La
educación de Henryk Gold estuvo a cargo de un tío ruso, quien lo envió al
Conservatorio Alexander Glazunov y luego a clases con Stanisław Barcewicz en el
Conservatorio de Varsovia. A los 17 años, tocaba como violinista en la
Filarmónica de Varsovia, trabajando simultáneamente como director de orquesta
del ejército. Su educación y talento le abrieron muchas puertas, consolidándolo
como un virtuoso.
Gold
también se interesaba por la música popular. Fundó su propia banda, que actuó
en algunos de los lugares más conocidos de la capital: en el famoso Café
Ziemiańska, en la discoteca Adria y en el Teatro Morskie Oko. La banda y su
música se hicieron famosas en todo el país, lo que le valió el reconocimiento
de Karol Szymanowski, uno de los compositores polacos más destacados del siglo
XX.
Henryk
Gold también compuso música para valses, tangos y foxtrots, así como canciones
como Jaśminy, Nie Odchodź Ode Mnie (No me dejes), Szkoda Twoich Łez Dziewczyno
(No malgastes tus lágrimas, muchacha) y Tęsknota (Anhelo). Al estallar la
Segunda Guerra Mundial, huyó a la URSS, donde, junto con Jerzy Petersburski,
creó una orquesta sinfónica de jazz. Se unió al ejército del general Anders y
abandonó la URSS con ellos.
Tras
la guerra, Henryk Gold se instaló en Israel, donde compuso numerosas canciones,
entre ellas Artsenu ha-ktantonet (Nuestro pequeño país), Ruach (Viento) y
Shalom (Paz). Posteriormente, emigró a Estados Unidos, donde pasó el resto de
su vida. Falleció en 1977.
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Jerzy Petersburki
Jerzy Petersburski
Autor
deTango Milonga - Oh Donna Clara -
Henryk Gold Orchestra (1929)
Esta
es una de las composiciones más famosas de todo el repertorio polaco.
Jerzy Petersburski Nace
20 de abril de 1895 Varsovia,
Congreso Polonia, Imperio Ruso.
Murió
7 de octubre de 1979 (84 años) Varsovia,
República Popular de Polonia. Ocupaciones Pianista, compositor
Jerzy
Petersburski (20 de abril de 1895 - 7 de octubre de 1979) fue un pianista y
compositor judío polaco de música popular, conocido principalmente por sus
tangos, algunos de los cuales (como To ostatnia niedziela, Już nigdy y Tango
milonga / versiones en inglés y alemán: Oh, donna Clara) fueron hitos en la
popularización del género musical en Polonia y siguen siendo ampliamente
conocidos hoy en día, más de medio siglo después de su creación. [1][2]
Jerzy
Petersburski nació el 20 de abril de 1895 en el seno de una conocida familia de
músicos judíos de Varsovia, la familia Melodysta [pl] (por parte de madre). [3]
Se graduó en el Conservatorio de Varsovia, donde fue enseñado por el profesor
Antoni Sygietyński [pl]. Después de graduarse, Petersburski se trasladó a
Viena, donde continuó sus estudios de dirección en la facultad de piano de la
Academia de Música local. Pianista de talento, fue persuadido por su amigo Imré
Kálmán para que se dedicara a la música popular más que a la clásica. En Viena
también debutó como compositor para Alexander Vertinsky, un reconocido poeta y
compositor ruso, famoso por sus romances.
A
su regreso a Polonia, con su primo Artur Gold, cofundó la Orquesta Petersburski
& Gold, que actuaba en el local nocturno de moda Adria. [4] Se hizo
conocido por su música para cabaret y teatros en Varsovia. Entre ellos estaba
Qui Pro Quo, de Julian Tuwim y Marian Hemar, uno de los cabarets polacos más
famosos del período de entreguerras. A finales de las décadas de 1920 y 1930,
Petersburski se convirtió en uno de los compositores polacos más populares, ya
que varias de sus canciones se convirtieron en éxitos en la radio polaca y en
teatros musicales de todo el país. Además de Marian Hemar, la lista de
letristas de sus canciones incluía a algunos de los más renombrados de su
época: Andrzej Włast, Emanuel Szlechter, Ludwik Szmaragd [pl] y Artur Tur [pl].
También los intérpretes de las canciones de Petersburski aumentaron su popularidad:
Wera Bobrowska (Już nigdy), Hanka Ordonówna (Sam mi mówiłeś), Tola
Mankiewiczówna (Ty, miłość i wiosna), Ludwik Sempoliński (Cała przyjemność),
Chór Dana y Mieczysław Fogg (Bez śladu) y Adolf Dymsza (Ja i żonka ma).
A
pesar de haber compuesto numerosos valses y foxtrots, así como dos operetas
(Kochanka z ekranu y Robert i Bertram), Petersburski es más conocido por sus
tangos. En 1928 compuso una canción para Stanisława Nowicka Tango Milonga. La
canción se convirtió en un gran éxito y fue traducida casi instantáneamente a
varios idiomas, ganando mucha popularidad en el extranjero, tanto en Europa
como en América (el título en inglés y alemán es Oh, Donna Clara. La canción
fue cantada por muchos artistas extranjeros, entre ellos Al Jolson, Henry Varny
y Édith Piaf.
"Otra
de sus composiciones típicas que alcanzó reconocimiento internacional fue To
ostatnia niedziela (1933), con letra de Zenon Friedwald que describe el
encuentro final de los ex amantes que se separan. En Polonia, To ostatnia
niedziela se llama común y erróneamente el Tango Suicida, aunque el verdadero
Tango Suicida fue la canción artística húngara Smutna niedziela (Domingo
sombrío). Durante la década de 1930 [el tango de Peterburski] se convirtió en
un enorme árbol de hoja perenne en la Unión Soviética como Utomlyonnoye sontse,
donde se tocaba en prácticamente todas las esquinas. Era tan popular, que se
consideraba su propia melodía rusa". [4]
Petersburski
también escribió música para cuatro películas polacas en la década de 1930,
incluyendo la exitosa Królowa przedmieścia de Eugeniusz Bodo de 1938.
Durante
la invasión alemana de Polonia en 1939, Petersburski fue reclutado por la
Fuerza Aérea Polaca. Después de que Polonia fuera invadida por la Alemania nazi
y la Rusia soviética, escapó de los alemanes cazadores de judíos a la parte
oriental de Polonia ocupada por los soviéticos. En 1940, se le permitió
continuar su carrera y se convirtió en el líder de la banda de la Orquesta de
Jazz de Bielorrusia. Interpretó muchos de sus éxitos de antes de la guerra con
nuevas letras en ruso. Entre las composiciones originales de esa época se
encuentra el muy popular vals Sinii Platochek (El pañuelo azul, título polaco
Błękitna chusteczka) interpretado por Klavdiya Shulzhenko, que se convirtió en
una canción popular bajo el nombre de El 22 de junio. Otra de sus canciones
rusas populares (interpretada, entre otros, por la orquesta de Isaak
Dunayevsky) fue Utomlionnoye solntse (Sol cansado), de hecho, una versión rusa
de su To ostatnia niedziela de antes de la guerra. Véase también Quemado por el
sol. También reorganizó la orquesta Petersburski & Gold, esta vez junto con
el hermano de Artur, Henryk Gold.
Después
del Acuerdo Sikorski-Mayski de 1941, se unió al II Cuerpo polaco bajo el mando
de Władysław Anders. Evacuado de la Unión Soviética con el resto del ejército
polaco a Persia, se trasladó a El Cairo, donde comenzó a trabajar para la Radio
Polaca.
En
1947 viajó, vía Palestina, a Brasil, donde tenía un dúo de piano con su amigo
de la Polonia de antes de la guerra, también compositor judío polaco, Alfred
Schuetz. De 1948 a 1968 vivió en Argentina, trabajando con Radio El Mundo en
Buenos Aires. Durante este tiempo, compuso la exitosa canción Todos los caminos
conducen a Buenos Aires, parte de la cual se convirtió en un famoso jingle de
radio. También codirigió la orquesta del teatro El Nacional con el famoso actor
de cabaret judío-polaco Lopek (Kazimierz Krukowski). [4] Después de la muerte
de su esposa Maria Minkowska durante el terremoto de 1967, Petersburski se mudó
a Caracas, Venezuela y en 1968 regresó a Polonia. En 1968, después de
establecerse en su amada Varsovia, se casó con Sylwia Klejdysz, una cantante de
ópera. Su hijo, Jerzy Petersburski Jr., nació en 1969. Jerzy Petersburski murió
en Varsovia en 1979.