Foto cortesía de Semana
Jesús Vallejo Mejía: su Antología de Tango
No soy tan rotundo en los gustos y en los disgustos como mi gran amigo Luciano, quien por lo demás puede ser la persona más autorizada en la materia, no sólo en Colombia sino en muchos países más.
Hace unos años grabé cinco cassetes con lo que consideraba los 100 mejores tangos cantados y no estoy seguro de haber acertado en la selección. Si la fuera a hacer hoy, probablemente haría muchos cambios. Al fin y al cabo los gustos musicales son muy subjetivos y dependen en buena medida de estados de ánimo, vivencias, recuerdos y, en general, inquietudes que van evolucionando con los años.
Yo tengo gustos musicales muy versátiles. Además, todos los días oigo mucha música. Por ejemplo, en este momento estoy oyendo piezas francesas de la Belle Époque interpretadas por el cellista Yo Yo Ma, pero en la mañana escuché las sonatas para violín y piano de Brahms, por Isaac Stern, y tres de Schubert por el mismo violinista, acompañado por Daniel Beramboim al piano.
Cuando me hacen preguntas como las suyas me ponen contra la pared. Trataré de responder pensando en los temas que a pesar de haber oído muchas veces siempre me detengo a escucharlos con atención o me vienen con frecuencia a la mente o al silbido de los labios.
Luciano hizo una precisión necesaria al poner a Gardel fuera de concurso. En estos días me la pasé oyéndolo en el carro y puedo reiterar que cada día canta más y mejor. Quién sea el segundo, es asunto de nunca acabar. Le diré, como alguna vez lo hizo José María Contursi, que, después de Gardel, Fiorentino, que con su media voz cantaba con el corazón.
Respecto de los temas instrumentales, mencionaré estos cinco: El Entrerriano, Derecho Viejo, El Marne, El Caburé, Tanguera...Hay cien más de la misma categoría, pero usted le puso límite a la selección.
Lo mismo pasa con los tangos con letra anteriores a 1955. Habría que dejar por fuera de concurso los de Gardel, no sólo los clásicos sino también los del Gardel que poca gente conoce, como Y si la ves dale un beso, Gimiendo, Culpas Ajenas, Pordioseros, Pa´l Cambalache, Por qué soy reo, Lechuza, A Contramano, Medianoche, Muñeca y centenares más. No puedo dejar de impactarme cuando escucho Qué Vachaché, Como abrazado a un rencor, Siga el corso, Amigazo, Enfunda la mandolina, Padrino Pelado, Noches del Colón, Almagro, Al pie de la Santa Cruz,etc.
Hay algunos temas de Gardel que encuentro mejor interpretados por otros cantores. Es difícil superar a Corsini en Griseta o en Sombras, lo mismo que en Dulce Amargura y Más Allá, temas éstos que no le tocaron a Gardel. Y creo que Carlitos Roldán le gana al Morocho en la versión de Tengo Miedo que hizo con Rotundo. Igual sucede con El Motivo, en que Goyeneche y Tito Reyes le ganan mucho más que por una cabeza.
Magaldi es único en Disfrazado, Dios te salve m´hijo, Levanta la frente o Libertad.
A Media Luz, Canción Desesparada o Uno por Hugo del Carril son de antología, lo mismo que Sosiego en la noche. Recordando y Dos Vidas, por Irusta no pueden faltar en ninguna antología, lo mismo que las versiones de Perdóname, Olvido o La Canción Inolvidable por Charlo. Y lo que hizo Alberto Gómez a principios de los años 30, como Mi Dolor, Manón, Alma, Seguime Corazón, etc. y después en Cuba en los cuarenta, como Garúa u Otra Noche, también estaría fuera de concurso. Igual calificación merece todo lo que hicieron Marino, Floreal y Rivero con Troilo. De esta última dupla destaco las versiones de Sur, La Última Curda, Mi Noche Triste (no tiene nada que envidiarle a la clásica de Gardel) o La Viajera Perdida, que supera a la de Corsini y yo no la dejaría por fuera en ninguna antología.
En realidad, a Troilo con sus cantores hay que ponerlos en el mismo nivel de Gardel y declarar que están por fuera del concurso.
La versión de Abuelita qué horas son, de Floreal con Rotundo, siempre me toca al de la zurda, igual que las de Ninguna y María, de Rufino con Troilo, o la de Claveles Blancos, también de Rufino. No puedo dejar de mencionar la versión de Príncipe de Héctor Mauré, que a mi juicio supera a la de Gardel, siendo ésta magnífica, así como las de Barrio Reo, Amarras o Claudinette.
Tengo amigos a los que les dasagrada Mores, pero en mi antología personal siempre estarán El Estrellero(la versión de Dumas es exquisita),Oro y Gris, El Patio de la Morocha ,Frente al Mar o Sin Palabras.
Suele criticarse a Alberto Arenas, pero es grandioso en Sentimiento Gaucho o Sin embargo no estoy triste.
San José de Flores y Pasional por Alberto Morán con Pugliese siempre me erizan la piel, lo mismo que Corrientes y Esmeralda de Echagüe con D´Arienzo. En fin, como canta Fiorentino, Pa´ qué seguir.
Coincido con Luciano en que la cancionista más destacada es Mercedes Simone y lo máximo de ella es, a mi juicio, Cuando tú te alejes. Una cancionista de un solo tema para la inmortalidad es Aida Luz, con Patio Mío. Y Virginia Luque en Martirio es sin igual. Por lo demás, es difícil encontrar un tango más denso. Le recomiendo que oiga la versión de Rivero. Lo dejará de una sola pieza.
No puedo dejar de mencionar un tema muy grato para mi corazón: La Canción más Triste, de Alberto Marino. Troilo dijo alguna vez que la nostalgia y la ternura son los sentimientos dominantes en el tango, y en esta tema se los expresa con una finura exquisita.
Respecto de los temas posteriores a 1955,la Balada para un loco creo que se lleva las palmas. Los otros cuatro temas, a mi juicio, podrían ser Qué falta que me hacés, Sin Piel, El Miedo deVivir y El Último Café.
Elegir el letrista máximo es otra tarea endemoniada. Igual que a Luciano, me gusta mucho Expósito. Pero pienso que en justicia los laureles deben ser para Manzi. Aunque me fascinan los tangos arrabaleros, carcelarios y prostibularios, la dignidad que Manzi le aportó al género lo pone por encima de todos los letristas. Sur y Discepolín lo resumen todo.
Sobre mis orquestas favoritas, creo que primero está la de Troilo; segundo y tercero, Troilo; después, las demás. Me gustan mucho Fresedo, Di Sarli, Salgán, Salamanca, Pontier, Gobbi, Maderna, Francini a fines de los 50, Caló, Basso y, entre las populares, Canaro. Con todos sus defectos, Canaro es el tango. Tiene una fuerza que agarra y penetra a mucha profundidad en el sentimiento. No menosprecio, desde luego, a De Caro, Pugliese, D´Arienzo, Biagi, De Angelis, Varela, Demare, Laurenz o Tanturi, pero hay jerarquías en el gusto y es lo que usted quiere escudriñar.
Piazzolla y Mores no entran en este concurso porque sus orquestas son atípicas. El primero odiaba al segundo, pero a mí me gustan los dos. Quizás un poco más el segundo que el primero.
No le mencioné en mi comentario anterior a un extraordinario vocalista de Troilo, que sólo hizo con él dos grabaciones que son históricas. Me refiero a Carlos Olmedo. Su Recordándote no tiene nada que envidiarle al de Gardel. Al fin y al cabo, Troilo decía que su orquesta se mantenía lista como si tuviera que acompañar al Zorzal.
Post data: Incurrí en la imperdonable ligereza de no mencionar a Firpo, al que siempre escucho con deleite. Su orquesta es muchísimo más fina que las de Canaro y Lomuto, y lo que logró con su cuarteto es increíble.
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