sábado, 27 de octubre de 2007

Aquí también se canta el Tango




Aquí también se canta el Tango
de
Alberto Burgos Herrera


Víctor Bustamante

La cultura del tango en Medellín mantuvo un bajo perfil desde la época del narcotráfico en que se tomaron medidas como controlar los horarios de los establecimientos públicos y, además de esto, la desaparecieron de las emisoras de algunos programas dedicados a las melodías. Pero en el reciente Festival Internacional del Tango celebrado en Medellín, vemos que esa presencia se mantiene intacta. Una cos es el gusto popular manipulado por las disqueras y las emisoras y otra la presencia real, el tango vive en la ciudad
Todo lo anterior para hablar de un texto fundamental, Aquí también se canta el tango de Alberto Burgos. Este texto es esencial debido a que sitúa todo el ambiente alrededor de este aire musical que recaló en Medellín y del cual se apropiaron los paisas debido a que cantó y expresó un sentimiento y una afinidad con Buenos Aires y el mundo de popular de los emigrantes.
El texto deja de lado el accidente de Gardel, y la mitomanía que gira alrededor de él, con el propósito de mostrar el posterior desarrollo del tango, los compositores, los cantantes, los lugares donde se escucha, la bohemia posible y la irrupción de otras voces y, como llegaron cantores del gran Buenos Aires y como Medellín creo un tango y un gusto por esta música.
Alberto Burgos ha escrito lo que debieron investigar los historiadores locales, apresados en la cuestión del método donde fue mas importante la manera en que lo teorizaba Marx, la bella escritura de Foucault y sus atrevimientos, y hasta los epígonos que buscan en Paris a Serres o los alumnos estólidos de Deleuze y Guatari, todos olvidaron que una cosa es el método y otra cosa son los detalles, aquellos que nunca investigaron porque les falto pasión y si estuvieron muy apegados a lo académico, a ellos les ganó Alberto Burgos que investigo, recopiló esta presencia y gusto por el tango en la ciudad así como todo el ambiente que alrededor de él se ha generado.
Para los historiadores antioqueños, y en general del país, es más importante cómo plantean sus temas los teóricos mencionados que el tema en si por algo para ellos plausible: el complejo de inferioridad que los lleva a decir que aquí no existe nada.
Este vacío lo ha llenado sin ningún alarde académico el médico Alberto Burgos, y no solo eso ha escrito diversos libros sobre el devenir musical rescatando la presencia de la música popular en nuestro medio.
He hablado de lo popular, desde ahí se establece una mentalidad, desde ahí se perpetúa un canon, desde ahí vemos que una manera de sentir lo expresa la música, esa que llega sin ser invitada desde cualquier lugar, en la calle o en una emisora y que buscamos cuando la dulce melancolía nos arredra.
En este libro está ese otro Medellín y su tejido social, los barrios, los bares, los cafés, que hacen posible esta presencia del tango, así como la noche y el livor pero sobre todo esa historia que se deshace ante nuestra perplejidad.
Cierto. Alberto Burgos ha escrito uno de los libros fundamentales sobre el tango en Medellín.

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