sábado, 13 de junio de 2009

Conversación con Juan Moreno Gómez



Conversación

con

Juan Moreno Gómez

La fotografía lo revela plácido, con esa placidez de ser un hombre de mundo, un estratega de la música, de sus amados tangos, que ha ido coleccionando para construir con sapiencia su castillo encantado, no en vano, una excelsa colección de tangos, es el encierro para ese castillo, que es abrir la puerta para colarse a ese laberinto que son tantas voces, tantas orquestas, tantos compositores, tantas versiones: toda la música que ama al alcance de un click. Eso, tanta música: todos los tangos que ama.
Aquí, en sus palabras, hay otra Venezuela, la del ambiente tanguero, antes desconocida y que él ahora nos enseña de una forma amena.
El Doctor Juan Moreno Gómez abre el diálogo con una soltura admirable, con esa tranquilidad de quien sabe del tema y nos dona su sensibilidad para hablarnos de cine o de esa parte técnica poco o nunca mencionada, las distorsiones que la tecnología hace olvidar la verdadera voz de Gardel, es decir, abre su corazón a esa música que lo lleva a ser un experto,
La fotografía lo revela plácido, guarda de su música, que atrás lo espera para poder existir cuándo él busque un tango, Cierto, la música, los tangos abren puertas a otra percepción, pero también son la llave para el pasadizo de la vida misma.
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Víctor Bustamante: Lo veo muy elegante en su estudio rodeado de fotos de Carlitos Gardel, cds, equipos de sonido y un nombre hermoso Calle Carlos Gardel como si fuera una vía única. ¿Desde cuando es aficionado a Gardel y al tango?
Juan Moreno Gómez: Mi madre me contaba que desde muy chico yo “canturreaba” lo que oía por los discos de Gardel. El primer tango que me aprendí fue Lo han visto con otra, allá por 1934. En esa misma época me impacto el tango Celosa de Mercedes Simone. Mi madre siempre cantaba Se va la lancha.. Mi padre también era gardelista y tenía un oído musical impresionante. Era capaz de tocar cualquier instrumento. Esa virtud solo la heredo mi hijo mayor, Carlos, por supuesto!

VB: A propósito de tecnologías no es de los que adoran escuchar los discos en vinilo por el ruido que lo acompañan. ¿Hace lo mismo?
JMG: Mi discoteca tiene los registros de la música rioplatense, en los diferentes formatos-como se dice hoy-. Discos de 78; de 45, de 33½ y 16 RPM, así como en cintas (Reels) de 15,7½ y 1 7/8 de pulgadas por minuto y los clásicos cassetes y los modernos CD’s. Todos estos formatos son reproducidos en sus equipos respectivos. Así, por ejemplo: Todos los discos llamados long play de 33½ RPM anteriores a 1960, tienen que ser reproducidos en un tocadiscos con fonocaptor de cerámica o cristal. Las grabaciones posteriores a 1960, que aparece la Alta Fidelidad, son ya con capsulas magnéticas. Ud me pregunta por ël ruido que acompañan”. Esto no es sino el resultado de tocar el disco en equipo incorrecto. De modo que los ruidos serán inevitables. No podría adorar ruidos. Todos mis equipos tienen control de velocidad. La inmensa mayoría de las grabaciones antiguas de 78RPM, al pasarlas a los nuevos formatos, no han tomado en cuenta que el fonocaptor original de las victrolas o gramófonos ortofónicos, pesaba 250 gramos. Este peso sobre el disco produce una fricción que reduce la velocidad. Si Ud lo reproduce en un tocadiscos con brazo de 4 gramos, la velocidad real de reproducción será por encima de los 80RPM, lo que trae por consecuencia, que un barítono se oye como tenor y un tenor como tenorino. Las victrolas todas tenían control de velocidad. Yo lamento que la inmensa mayoría de las reproducciones modernas, no hayan corregido estas variables. Lo han hecho correcto con Caruso y solo unos inéditos de Gardel remasterizados en Inglaterra, están correctos. Lo que pasa es que el aforismo criollo de que “Gardel cada día canta mejor” perdona esas imperfecciones; pero no se esta escuchando al verdadero Gardel.

VB: ¿Cómo consiguió la cedula de Gardel?
JMG: Estando de Embajador de Venezuela en la Republica Oriental del Uruguay, me fue presentado el original de la Cedula de Extranjeros que el Cónsul de Venezuela en Puerto Rico le había expedido a Gardel para ingresar a Venezuela. Siendo un documento legítimo así se lo hice saber a los presentantes y guarde copia de dicho documento

VB: ¿Qué tanto tango hay en Venezuela.
JMG: Había. En los años de 1960 y 1970 teníamos en cada ciudad, programas de radio en donde analizábamos la música rioplatense. Cada uno de nosotros, los coleccionistas, nos hacíamos presentes y realizábamos una exposición sobre la materia de nuestra especialización. Vale decir, los letritas, los músicos, las orquestas, los intérpretes, etc. Personalmente presentaba los viernes el análisis de la discográfica de Gardel. En este sentido debo resaltar la labor de Eduardo Isaac Mor, Carlos Pérez Almeida, Bernardo Salas, David Gimon Arroyo, Edgar Pisani Ricci, Luís Felipe Izquierdo, Gustavo Arana. Ulises Mota, Guido Mejias .En cuanto a los cantores venezolanos debo recordar a Carlos Michelena, Rafael Deyon, Esnaldo Ávila Tony González, Rafael Ramírez, Hugo Oliveros, Julio Messuti, Luís Alonso , José Romay ,Rafael Lanceta y de las damas recuerdo a Graciela Naranjo, Hilda Marty, Oriana Merli y Ginger Alba (Debo pedir excusas si he olvidado a algunos interpretes)
Con el cierre de la Peña Tanguera, se extinguió el Centro en donde se presentaban tanto artistas extranjeros como venezolanos, que cultivaban el género. Hoy solo podemos registrar algunos salones que enseñan a bailar el tango. Sin embargo, debo resaltar el maravilloso esfuerzo que realiza el Club Uruguayo Venezolano, en donde los almuerzos y cenas son amenizados por Carlos, un excelente pianista que deleita a la concurrencia con sus interpretaciones. En este mismo Club, periódicamente se invita a participar en las presentaciones cuando nos visitan artistas rioplatenses.

VB: Si podemos decir que existe un Caracas tanguero. Eres tan amable y nos refieres; clubes, asociaciones, escritores, amigos sobre el tema.
JMG: Aficionados al tango hay muchos. Solo se aprecian sus escritos y comentarios o se juntan con ocasión de los 24 de junio, fecha aniversaria de la muerte de Gardel. Por lo demás son muy discretos en sus acciones. Del viejo Circulo Gardelista solo quedamos vivos 3 personas Ángela Santeliz, Luís Felipe Izquierdo y yo.

VB: Alfredo Sadel trató de aproximarse a Gardel. No solo en su nombre sino en su música. que nos decís de él.
JMG: Mi amistad con Alfredo tenía solo los encuentros en casa de su hermana, que trabajo con nosotros en el Ministerio de Hacienda o en casa de amigos comunes. Siempre conversábamos sobre el tema tanguero y me hacia preguntas sobre como me parecía tal o cual interpretación que él hacía de los temas del Sur. Hablamos de su experiencia con el gran guitarrista argentino Roberto Grela, que él resaltaba con mucha emoción y orgullo

VB: Tu padre era dueño del circuito de cines en Carabobo y en las primeras películas que vio siempre aparecía Gardel cantando. Amplíanos estas palabras que son visiones de infancia.
JMG: En el corredor del tercer patio de nuestra casa en Valencia Venezuela, Papa tenía su estación de radio aficionado YV4AK y 2 proyectores Zeiss Ikon para revisar las películas antes de mandarlas a los cines. Esto nos permitía a todos en casa, ver cine todas las tardes: Dramas, Comedias, Musicales (Nelson Eddy, Jeannette Mac Donald, Diana Durbin José Mojica, Jean Kiepura, Tito Guizar); de Terror (Drácula), Series como El Zorro, Flash Gordon, etc. Luego de la muerte de Gardel se pasaba una vez a la semana una película de el y posteriormente se institucionalizo la Semana de Gardel, cuando se acercaba un aniversario mas de su fallecimiento.

VB: Háblanos de tangos venezolanos.
JMG: Una Calle para Gardel de Esnaldo Ávila; Era Gardel de Julio Centeno; 5 y 6 de Héctor Haro; Gracias Corazón de Alberto Di Maggio; Un tango para Deyon de German Romero. Se que hay otros antiguos de Carlos Michelena, pero no se guardaron sus registros hechos en acetatos primitivos (metal bañado de acetato de celulosa)

VB: También es coleccionista de tangos. ¿Qué significa poseer 30.000 tangos? ¿Nos puedes referir las líneas, temas, cantores de tu colección? ¿alguna pieza valiosa que te falta para completar algo?
JMG: Mi colección primordialmente es de música rioplatense. Ello no quiere decir que no guarde grabaciones de otros intérpretes. Desde que apareció Excel estoy por reclasificar la colección, pues los viejos registros están en diversos índices y a mano. Nunca he tenido tiempo para empezar esta nueva reorganización. De memoria sé donde están las cosas pero reconozco que debo organizarlas. Son en total 10 estantes con capacidad de 17 álbumes por estante. Cada álbum tiene capacidad para 15 Long Player. Si estimamos, conservadoramente que casa uno tiene 14 temas, estos nos daría un total aproximado de 35.000 registros. Debe hacer notar que en muchos casos hay duplicidad porque para conseguir una pieza, había que comprar un disco con repeticiones. A este grupo tenemos que agregar mas de 70 reels, 245 cassettes y 280 CD’S. De las colecciones están completas las de Gardel , Magaldi y Alberto Vila. De los otros intérpretes yo diría que están en un 80 a 90%. No ha sido nada fácil. Doy las gracias a muchos coleccionistas en el mundo que me han facilitado copiar sus grabaciones, como Jorge Favetto en Buenos Aires y Horacio Loriente en Montevideo. Personalmente no busco el soporte original, sino el contenido. Me he tropezado con muchos egoístas que ni copias dejan hacer con la excusa de que si dan copias mas nunca le visitaran para oír lo que tiene.

VB: ¿Es un coleccionista alguien que quiere atesorar solo el mundo musical para él?
JMG: No estoy de acuerdo con ese “ätesoramiento” La música es una patrimonio de la humanidad. El canto de Gardel desde el 2003 es patrocinio según resolución de la UNESCO y los soportes (discos de 78 RPM) originales de Loriente, también fueron decretados patrimonio

VB: ¿Cómo complementas tus investigaciones musicales?
JMG: He tenido que estudiar mucho> No solo teoría y solfeo, sino historia del Río de la Plata, para poder entender todos los fenómenos de su folklore. Es algo apasionante; es ver como melodías andaluzas atraviesan los Andes, se mezclan con ritmos incas, descienden y nacen las cuecas y las zambas…..las percusiones negroides dibujan el candombe y marcan los primigenios golpes de “vamos a tocar tan- go” El residual moro conforma los estilos, las vidalitas y el pericón. Hasta el viejo cante jondo” se refleja en la llamada tonada Amargura, que Gardel repite en Mañanita de Sol

VB: Qué es ser embajador en Uruguay y tanguero, cuando los diplomáticos son tan serios y guardan como una imagen muy alejada de los gustos populares?
JMG: Es normal en la diplomacia que quien va de Embajador de un país, debe conocer suficientemente al país al cual ha sido designado. Ese parámetro se ajustaba perfectamente a mi persona. No comparto que la seriedad este reñida o alejada de los gustos populares; por el contrario, ser conocedor de estos temas, acerca mas al Embajador al país en donde esta acreditado y facilita los lazos de unión y cooperación que deben existir entre ambos países; además de promover los intercambios culturales y complementar las relaciones comerciales.
Uruguay es la sede de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio ALADI y tuve la honra de estar de Embajador en 1980, cuando fue creada, tocándome ser también el Representante Permanente de Venezuela en dicha Asociación

VB: Como es el Montevideo tanguero si nos puedes referir el ambiente de esa ciudad y si puedes realizar un contraste con Buenos Aires.
JMG: Una ciudad como Montevideo, que tiene su propia Academia Nacional del Tango, es suficiente referencia para saber que la historia de esta música, su desarrollo, sus intérpretes son tema de estudio y conservación. No hay que olvidar la diferencia de población existente entre el Gran Buenos Aires con más de l6 millones l y Montevideo con apenas 2 millones de personas. Mas sin embargo, la actividad creadora de esta región encontró en Bs. As. el mercado ampliado para su desarrollo. Del mundo tanguero debemos empezar por uruguayos famosos en Buenos Aires, en donde hicieron su campo de acción, como fueron Francisco Canaro, Carlos Roldan, Juan D Arienzo, José Razzano, Roberto Fugazzot, Gerardo Matos Rodríguez, Alberto Vila, que me acuerde, así de memoria y algunos en dudas de su orientalidad como Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Tita Merello.
El ambiente tanguero de Buenos Aires es mayor que el de Montevideo, por razones de su densidad poblacional; pero da gusto ver como la preservación de ese bien nacional es motivo de alta protección oficial en ambos países. La Radio 2x4 de Buenos Aires y Radio Clarín de Montevideo, trasmite durante las 24 horas la música del Río de la Plata y es sintonizable en el mundo a través de sus paginas Web. Escuchar la música y bailarla es un actividad común de los clubes de barrio y de la inmensa mayoría de confiterías y salones especiales en ambas márgenes del Río .Estas manifestaciones habían desaparecido por la influencia de música extranjera; pero lentamente se ha retomado con fuerza en las nuevas generaciones, que asisten gustosos a las Academias de baile.

VB: Ha dado conferencias sobre Carlos Gardel, ¿qué aspecto retomas de él?
JMG: Si las he dado en Uruguay, en Argentina, en Chile y en Venezuela. En Uruguay tuve la honra de hacer una exposición ante el Congreso Nacional, en su Salón de los Pasos Perdidos. En Argentina en el Primer Simposio sobre Carlos Gardel presente un trabajo sobre el rescate de su voz, distorsionada por las copias de los discos de 78 RPM. En la mayoría de las conferencias he presentado las Tres Etapas del Canto de Gardel….La Folklórica, de 1911 a 1917; la del Cronista Sonoro del Río de la Plata de 1917 a 1930 y la del Cantor Universal de 1930 a 1935.

VB: ¿Qué significa pertenecer a la Asociación de Tango del Uruguay?
JMG: Fue una gran distinción para mi, que me hayan invitado a suscribir el Acta Constitutiva de la Asociación. Hoy, por no estar presente en el Uruguay he sido designado Miembro Honorario, además de conservar el ser Académico
Correspondiente en Venezuela. Mantengo contacto e intercambio permanente con su Presidente actual el Dr. Nelson Sica Dell’Isola, así como con otros Académicos, como son El Profesor Hugo Indart, y el Lic Boris Puga
Debo señalar la deferencia que para conmigo han tenido la Academia del Tango de Argentina, en la persona de su Presidente Don Horacio Arturo Ferrer y de Don José Gobello, Presidente de la Academia Porteña del Lunfardo.
Igualmente destaco la simpatía que me dispensan el Centro de Estudios Gardelianos en Buenos Aires y un cantidad de Páginas Web desde donde realizamos intercambio de información.

VB: ¿Qué es lo que en tu interior te hace tanguero, el sentimiento, la nostalgia todo ese poder evocativo de la música?
JMG: Todo eso y mucho más.

VB: Amplíanos este concepto que diste en una entrevista: "Gardel fue el cronista sonoro más grande del río de la Plata"
JMG: A partir del primer tango-canción Mi noche triste, en 1917, podemos observar que los letritas hasta casi 1920 repiten el tema del desden femenino y la nostalgia o despecho del hombre abandonado. Los viejos letritas lentamente comienzan un cambio y en 1921 con Carne de Cabaret, Pobre Paica, Margot, Muñequita de Lujo, dan inicio a un capitulo de cargos para con la mujer, como una venganza por el abandono y en 1922 con El Taita del Arrabal dan inicio a la crónica del acontecer de Buenos Aires, utilizando el tango como pagina de reclamo, reproche, pedimento, angustia, agradecimiento, esperanza etc. Van desfilando el acontecer en todos sus estratos sociales(Muñequita de lujo) y la propia estructura ciudadana desde lo político( Federación, Manuelita)) a lo religioso (Al pie de la Santa Cruz) ; el deporte( Patadura Knock Out de amor) lo militar(Chinita)la revolución (Viva la Patria) la moda (Gacho Gris,) el teléfono( Hola Señorita,)el amor filial( Madre, Madre hay una sola,) el juego ( Barajando, el quinielero) el vendedor de diarios (Pajarito) la suerte (Fierro Chifle y Cotorrita de la suerte) .

VB:- ¿Tiene amigos en Medellín, los ha visitado?
JMG: Cuando en nuestros países estábamos consolidando a la ALADI y a la CAN, eran frecuentes mis viajes con escala en Medellín. De ese tiempo tenia muy buena amistad con Aurelio Piedrahita, Fabio Echeverri, Guillermo Restrepo, Henry Duperly, quienes me habían distinguido con sus deferencias y afectos.
En el plano tanguero debo destacar al Dr. Oscar Jaime Lema T, a quien considero un gran, brillante y estudioso gardelista, realizador de la edición de las obras completas de Gardel. Un trabajo extraordinario, en donde me honró con la mención de mi nombre como conocedor. También debo destacar al incansable restaurador y recuperador del
patrimonio tanguero, Don Hernán Restrepo Duque ( QEPD); Ahora disfruto de la amistad de Don Luciano Londoño López y por último a usted, que me ha brindado la oportunidad de este dialogo. Mil gracias

VB: ¿A qué se debe que en el tango dominan siempre los maestros anteriores a los que componen en la actualidad?
JMG: En principio no se que contestarle. El tango ha tenido muchas variantes..Comenzó muy simple con su mezcla de habanera, polca, mazurca, etc. Tocado en instrumentos portátiles: violín, flauta y guitarra. Cambia la flauta por el bandoneón y la guitarra por el bajo y van conquistando lentamente el sentir general. En 1925 aparece Julio de Caro, quien hace por vez primera la instrumentación para la ejecución del tango. Del movimiento rápido primitivo, De Caro lo hace más lento, quizás para adaptarlo mejor al baile en sociedad y al canto de los estribillistas. Todas las orquestas mantienen esta tendencia. Difieren un poco las orquestas de Canaro y Lomuto. En 1936, diez años después, Juan D Arienzo retorna al movimiento rápido. En cuando se produce una alternabilidad en las ejecuciones y se lucen las diferentes orquestas….Fresedo introduce el xilófono y Pugliese reparte los honorarios a partes iguales entre sus músicos, cuando le dejan tocar en medio de sus permanentes arrestos por opositor político. En 1948 Osmar Maderna comienza una labor de innovación en las ejecuciones que alcanza su mayor exponencia con Astor Piazzola
He aquí que da comienzo a una larga polémica sobre la manera de tocar el tango El publico se reparte por igual. Bandoneonístas jóvenes- Piro por ejemplo- siguen el estilo de Piazzola y los habitúes de los centros de baile, reclaman el sonido tradicional.
No puedo determinar si el éxito de los viejos tangos es por su cadencia o por su letra. El intento de actualizar las letras lo realiza de modo extraordinario Horacio Ferrer, con su “Balada para un loco”, cuya música se la pone Piazzola. Pregunto ¿Quién recuerda a quien en la Balada…¿su letra o su música? Análoga pregunta podemos hacer de un tango primitivo de Cobian, ¿Quien se acuerda de Pobre Paica? Pero de El Motivo si! Y ambos son la misma música. Quien se acuerda de el tango A divertirse”” por su letra; pero El Once todos lo recuerdan por su música, y son ambas el mismo tango.

VB: ¿Cómo ve el tango en estos años de existencia?!
JMG: Estimo que las nuevas generaciones lo han descubierto. Ello puede verse en los grandes movimientos de divulgación que se están observando en diferentes partes del mundo. Da gusto ver como el tango es escuchado en Israel, en Australia
en Japón. Hay hoy festivales en España y Francia. La emigración rioplatense por motivos políticos principalmente y económicos posteriores, creo que han tenido en mucho que ver con este fenómeno

Juan Carlos Esteban


Palabras Preliminares:


Esta disertación la inicio bajo la invocación de un maestro del que se cumple 20 años de su tránsito. Nos legó su ejemplo, un desafío y un gran vacío. Quiso a su país, a Bs. As., su barrio y el tango. La obra de Borges pertenece al acerbo de los argentinos y el patrimonio de la humanidad.
El tango, Gardel y una teoría de la historia



No se puede sumergir dos veces en el mismo río. Las cosas se dispersan y se reúnen de nuevo, se aproximan y se alejan.


Heraclito, Fragmento 91


Juan Carlos Esteban



1. Las claves de la emoción


Creo que el tema que elegimos tiene una connotación que va más allá del simple título que encabeza esta breve charla.
Seguramente, sin ningún propósito premeditado vamos a encarar un punto de inflexión en la historia temporal de nuestra sociedad, que convoca a la reflexión y a la polémica.
En verdad es un tema sugerente que evoca una época que ya fué, y no tiene retorno.
Quiero decir que no se podrá repetir tal como fué, con sus códigos, sus costumbres, sus afectos y sus rencores.
Su escenario se ha mutado; tratar de repetirlo resulta, por lo menos, pueril o candoroso.
Pero, ¿Qué podemos rescatar de esa época y sus personajes que, en apariencia, parecen olvidados?.
Vamos a reflexionar sobre el mensaje y el ejemplo de esa sociedad que pugnaba por construir un país, que buscaba su personalidad y, finalmente, la encuentra en su expresión artística que la identifica, la define pero, también, le fija sus contornos.
Esa expresión cultural fue el tango y sus interpretes.
Todos. Desde el más excelso como Gardel hasta las más humildes proletarias del canto, la vida y la escena que enumeran puntualmente los grandes poetas: “El conventillo de la paloma”, Malena, Grisel, Madame Ivonne, milonguita y tantas…

En todos ellos obraba un denominador común que no reconocía fronteras ni límites.
Todos, sin excepción, habían asumido transmitir un mensaje cuya característica esencial era la emoción.
Emoción que brotaba de las vivencias de la vida cotidiana de entonces y que, hoy ya no se pueden repetir, porque la escena se ha modificado.
Y ¡He aquí! La gran tarea que se plantea la sociedad toda.
Recrear e inventar el nuevo mensaje que refleja nuestra sociedad actual.
Y no es tarea fácil volver a impresionar los sentidos, a emocionar viceralmente, redescubriendo la clave emotiva que nos convoque a todos, sin excepción, como fue el fenómeno del tango; forma excluyente y única que nos daba nuestra identidad cultural.
Y no es tarea menuda.
El tango ya esta en la historia. Es inamovible; es un soporte cultural que está, en el acerbo de los argentinos.
Sin embargo la vida sigue; la sociedad se modifica.
Exige nuevas formas expresivas que la representen. Y ese es el desafío.
No se puede repetir, mecánicamente, lo que ha sido.
Debemos empeñarnos en reiniciar la difícil tarea de dar a luz aquella expresión emotiva que nos una; en la que nos reconozcamos genuinamente.
No se puede transmitir emoción cuando algo ya no se siente.
Sencillamente, no forma parte excluyente de la vida cotidiana de los argentinos.
¡Cuánta sencilla razón tenía Tita Vidal, a la que evoca Guadalupe, Avalle en un libro encantador, cuando comenta que “todo el mundo se admiraba de que hubiera cantado el tango con tanta emoción!”.
¿Se puede repetir hoy, con la misma emoción, algo que ya no existe en el imaginario colectivo? ¿Se puede rezar el tango como una plegaria, tal como lo expresaba Gardel, cuando el medio que él describía mudó su escenografía? ¡Nó!

Sus feligreses son otros y han mudado de parroquia. Están solos y esperan, remedando a Scalabrini Ortiz.
Con razón decía Cyril Connelly que “desde el momento en que un escritor o un artista pone la pluma sobre un papel, pertenece a su tiempo; desde el momento en que es de su tiempo, cesa de tener un atractivo para otra época”.1
Los que transmiten la voz del pueblo, los viejos juglares, se nutrieron de la poesía anónima o de sus poetas y sus bardos. Pero hoy están ausentes. Nos faltan los Contursi, los Celedonio Flores, los Cadicamo, los Manzi. Y eso no se inventa, ni salen por encargo. Son aquellos que interpretan mejor las vivencias de una sociedad determinada y circunstancial.


2. La voz de la historia
Los estamos esperando. Hay muchos intentos y muchos fracasos. Yo creo que dicha misión no es fácil porque nuestra sociedad esta desconcertada, fragmentada y desculturalizada. No consigue sumar un discurso común.
Eso dificulta la tarea. Pero no hay que desfallecer.
En la prueba y el error reside el éxito. Pero algo hay que tener en claro. No se puede repetir lo que ya se instaló, cómodamente, en la memoria de la historia.
Aquella expresión cultural que fue el tango, no convoca, masivamente, a nuestra sociedad contemporánea. A no equivocarse. No se puede desempolvar “Mi noche triste”, o “Ventarrón” porque no se corresponden con la sociedad actual, con sus vivencias, y sus requerimientos.
Conmueve a muy pocos. Hay que mirar para adelante. Tenemos que ser concientes que, para aquellos que investigamos la historia, la tarea que nos convoca es poner de relieve el vacío cultural, en todos sus géneros, que se manifiesta en la hora actual.
Tenemos que advertir que el pasado vuelve, sólo como una grotesca comedia.
Aquellos que tratan de resucitar el tango, tal como lo conocemos nos hacen acordar a “los poetas discutiendo sobre la poesía moderna; chacales gruñendo en torno a un manantial seco” rescatando una cruel, pero exacta reflexión de Connelly.
A propósito el hermano menor del tango; ese lazarillo que vehicularizó las emociones y la riqueza lingüística del tango que fue el lunfardo, también, como él, afronta el mismo destino.
La misma impiadosa fatalidad del paso del tiempo.
En efecto: “El lunfardo – decía Marcos Morinigo, lingüista de reputación internacional – es un hecho del pasado que hoy no tiene ya la vigencia de otro tiempo, porque las circunstancias particulares que hace un siglo, le dieron nacimiento y las que hasta la Segunda Guerra Mundial posibilitaron su desarrollo están totalmente abolidas y como hechos históricos no se pueden repetir.
Los esfuerzos que le hacen para mantener la ilusión de su supervivencia no pasan de gestos nostálgicos.
La dinámica de vida cotidiana, es constante creación y el corazón del lunfardo (yo digo del tango) ha cesado de latir hace ya más de treinta años.
La prueba es que, la mayor parte de lo que hoy se presenta como creaciones lunfardescas, son repetidos pastiches o inertes taraceas compuestas con voces antiguas bien conocidas, sin cambios en las connotaciones que trajeron al nacer.”2


3. Los funerales
El tango y el lunfardo ha cumplido ya su ciclo dentro del imaginario de Buenos Aires.
Es hora, entonces, de sacudirnos la modorra y mirar hacia el futuro.
Quiero repetir a Morinigo cuando insiste en que “llamar neolunfardo – en este caso tango moderno – a las inevitables y numerosas expresiones, vocales o musicales inventadas diariamente dentro del dialecto o la expresión sonora actual, es algo que sólo podemos aceptar como una licencia poética, un intento de asimilarlas a algo inexistente, porque ya se ha disipado la atmósfera social en que (el tango) y el lunfardo “tuvo su razón de ser.”
La ingenua ilusión, fomentada por los profesionales del tango, que pretenden reemplazar a los auténticos poetas populares, para un turismo ramplón y apresurado, no puede reinventar lo que es patrimonio exclusivo de la creatividad espontánea de un pueblo.
Él le dá la espalda y no lo hace masiva y espontáneamente suyo, porque no lo reconoce como genuino, ni representativo.
Tiene pies de barro. Es efímero y pasajero. Pero, en todo caso, hay un riesgo cierto.
Consiste en instalar en terapia intensiva y prolongada lo que ya ha expiado. Y ese es el tango, tal y como lo conocimos.
Ha fallecido con todos los honores a partir de la década del ’40. A sus funerales asistieron José María Contursi, el Discépolo del profético “Uno” y “una canción desesperada”, Manzi, el gran Pedro Mafia taconeando “el fin del arrabal, con la cruz de un puñal y con toda su ley”; de allí en adelante, nada más.3
La sociedad industrial de posguerra, con sus nuevos inmigrantes “inyinieros”, los hermanos de interior, los portadores de rostros andinos, tan auténticos como los compadritos y los tanos del centenario, tienen hoy otras urgencias, otros reclamos expresivos, y musicales, otro discurso. El tango no les sirve; no los representa, no es su Manifiesto. Sus códigos son otros.
4. Los números
Vamos a explicar, brevemente, el cambio cualitativo de los principales indicadores socioeconómicos que dan sustentabilidad a ese cambio, que termina reflejándose en los usos y costumbres de nuestra sociedad.
En primer lugar veamos porque decimos que nuestra patria opera un cambio refundacional a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. También detengámonos en la preponderante participación del componente inmigratorio en nuestra sociedad, que nos aproxima, en algún momento, a un país de extranjeros.
En 1870 la población argentina era de 1.872.000 habitantes. Diez años después, en 1880 la cifra casi se duplica, pasando a 2.492.000 habitantes con un 42% de participación extranjera.
En 1914 crece exponencialmente hasta los 7.885.000 habitantes con un 54% de participación extranjera en el incremento.

En 1852 había 20 escuelas costeadas por el Estado de Buenos Aires; veinte años después – 1868 – 1873 – creció hasta 1.117 escuelas públicas.

En San Juan, en 1868, había sólamente una Biblioteca Popular. En 1874 – 6 años después – habían crecido hasta llegar a 140 en todo el territorio provincial.

Entre 1873 y 1900 el P.B.I. per capita se duplicó y en 1929 había crecido desde 1873 tres veces y media, acercándonos a EE.UU. superando a Italia e igualando a Inglaterra.

¿Por qué digo además que en Argentina se operó un nuevo salto coperinicano entre 1930 y 1950, particularmente en la composición de la sociedad y en su factor de integración, étnica, que influye sobre sus costumbres y gustos?

Todos sabemos el flujo inmigratorio de posguerra, del exterior, del interior del país y países vecinos al impulso del sector industrial, donde aparece, entre otros, el problema habitacional (villas de emergencia) etc.

Para hacerlo simple la característica de ese período se refleja en la producción y el consumo por persona que entre 1930 y 1950, crisis mediante, sin embargo sus indicadores se duplicaron.

En ese mismo período la población industrial pasa de 1.012 millones a 2.070 millones mientras que en el sector agropecuario la población rural, del 39% en 1904, baja y representa el 26% sobre el total ocupado.
5. Los Intérpretes y sus códigos
Esto se refleja en el plano social donde sucesivamente a la china cuartelera la sucedió la costurerita de Carriego.

Luego vinieron las fabriqueras y el taller, con sus nuevos códigos, para dar paso a la fábrica con sus operarias industriales sindicalizadas. Por fin llegan las que operan internet, los servicios, etc.
Cada una trae su impronta. Sus costumbres son otras. Sus melodías que fueron los “tristes” y las bagualas, luego las sustituyó el tango y hoy, provisoriamente, se aturden con las baterías y el ruido…

En otro espacio, Gardel mismo se puso a la cabeza y acompañó el periplo que siguieron los cambios en nuestra sociedad. Frente al payador, heredero del gaucho nómade y sentenciosos de José Hernández, Gardel se planta con sus aires camperos, que integran su primer repertorio. No improvisa. Elabora, escribe o copia. Es otra cosa.

La sociedad, empieza a desperezarse de su pasar bucólico y contemplativo. Su gente es compelida a la milicia o como peones asalariados. Se impone el orden, los reglamentos y el uso horario masivo.

En el centenario comienzan a gestarse las grandes urbes a expensas de la lenta despoblación del campo. Coexisten el campo, el suburbio y el arrabal.
Asoma entonces una nueva forma expresiva que Gardel asume inteligentemente. El tango envuelve a esa nueva sociedad, la representa, la totaliza y él se convierte en su rapsoda.

Lentamente, el malevo esquinero y sin trabajo fijo, es absorbido por las fábricas que lo proletarizan y lo amansan.

Su atención esta en el torno y el balancín. Abandona el puñal y se aliena junto a la herramienta.

El horario implacable lo somete. El emblemático “Lechuza” ya no se “recuesta en la esquina a pensar”. Transita “rumbo al olvido”.4
El converso habita y convive en la fábrica; se despuebla la esquina y se dispersa la “barra”. Gardel fue el cronista de todo ese cambio. También, junto a Discépolo, le tocó expresar la crisis y desesperanza de 1930.
Pero la sociedad no se suicida en las vísperas. Se abraza, como una especie de fuga hacia delante, al tango – canción o, el tango – balada, que la adormece.
Gardel se apropia junto a Lepera de ese discurso y le canta a las golondrinas, el día que me quieras y a un arrabal de cartón.
¡Siempre primero; siempre a la vanguardia! Lejos de “El Moro” y el “Tirador Plateado”pero, también, de Acqua forte.
Después Malerva, Piazzola; el bandoneón encapsulado en la música de cámara, que asoma como acordes de Buenos Aires.
Pero, es para pocos, para una élite. No es un juicio de valor; ni lo califica. Creo que llegó para quedarse.
Es un sello de identidad que nos afianza en el universo de la música mayor. La joven música argentina, con Astor, entró en la adultez.
Pero queda el gran vacío que ocupaba el tango. Le debemos a nuestro pueblo ese regalo exquisito que nos embrujaba.
Por ahora ese espacio, lo usurpa el ruido.
6. La búsqueda y los falsos profetas
Esta nueva sociedad, mientras tanto, que sucede a la grandiosa creación que se gestó entre 1880 y 1930, continúa, aún hoy, en plena e incesante tarea de amalgamarse.
Debe fundirse en una nueva versión que se refleje unitariamente, y encuentre sus distintos canales culturales que incorporen lo mejor del anciano régimen, pero que expresen, en la sociedad moderna, la nueva imágen argentina.
Nó a una caricatura que espanta a la vieja generación y, aleja, a las nuevas. No serán desde luego, los “Ratones Paranoicos”, “Los Pibes Chorros” o “Los Auténticos Decadentes” que preanuncian y disputan su inexorable destino.
Tampoco las malas copias y los audaces “arreglos” que desnaturalizan y convierten en difusas las clásicas melodías y las venerables orquestaciones de las que fueron fieles custodios, De Caro, Fresedo, Di Sarli o Troilo.
Algo así como pretender “arreglar” a Mozart o Beethoven en lugar de ejecutarlo con la mayor fidelidad. La búsqueda de esas nuevas formas representativas de la nueva cultura, no puede eludir los ensayos, la marcha atrás, los atajos sin salidas válidas, pero encaradas con seriedad y dignidad profesional.
Junto a ellas aparecen, inevitablemente, formas espurias y decadentes, de las que no esta a salvo todo intento renovador.
Son los que Sebreli caracteriza como “los prisioneros del ruido”.5
“Se desconoce, por otra parte, – dice J. José Sebreli – que el silencio es parte ineludible de la melodía.
La batería – el instrumento más ruidoso – convertida en la base de la música juvenil desplazando a instrumentos complejos como el piano y el violín, es otro síntoma del envilecimiento del oído musical”.
Yo agrego: de las formas culturales decadentes que se vienen afianzando en nuestra sociedad y que costará revertirlas, porque están emparentadas con las corrientes internacionales que globalizan la subcultura.
Ardua tarea, entonces, la que deberán enfrentar las jóvenes generaciones que pugnan, porfiadamente, por rescatar los valores culturales más genuinos y perdurables, cuyas formas expresivas, aún no se vislumbran.
No será, claro, ese tango escénico, histérico y contorsionista que nos ofrecen a diario, para encandilar al turista medio y a las nuevas generaciones, espantados con su acrobacia tan extraña a lo que Borges definía como “una orgiástica diablura, que hoy es una manera de caminar”.6
El tango, entonces, no tiene otro destino ni mejor porvenir, que la mazurca, el minue o el vals. Expresó puntualmente a una sociedad en incesante cambio.
7. Los adelantados
Gardel que fue un ejemplo de talento revolucionario e innovador ya nos advertía que: “lo que pretende eternizarse desaparece y como la música desaparecerá con el último suspiro del hombre, acompaña el fenómeno de la vida, esto es, cambia, se transforma, se adapta, varía de acuerdo con los gustos, tal como ocurre con la arquitectura.
Por eso mis últimas piezas musicales – concluye Gardel – “Cuesta abajo”, “Sus ojos se cerraron”, “El día que me quieras” expresa la tendencia actual”.
Reportaje a Gardel, en 1935, de un cronista del Mensajero Paramount de Nueva York. ¡Qué tal! Nada menos que él ya atisbaba, hace 70 años, el cambio inevitable.
De paso, amigos, descubrimos otro Gardel. No el disfrazado de malevo, sino el verdadero Gardel: genial y talentoso que nos dice porqué sigue siendo tan vigente.
Bien mirado es una pieza de la más esclarecida filosofía contemporánea. No hay duda. Hubo otro Gardel subyacente, a parte de aquel de la plegaria laica, que nos conmueve aún con el viril contrato social con que se compromete en “Mano a Mano”.
Parece que alguien le hubiera advertido que ya un oscuro filósofo de Efeso 7 había sentenciado, en un lenguaje simbólico y lleno de alegorías, que todo fluye, que no nos sumergimos dos veces en el mismo río; que la constante de la historia y la naturaleza es el cambio permanente; la ansiedad constante.

El sentimiento Fáustico.
8. El porvenir, sus riesgos y nuestra misión
Es imposible detener el tiempo y las formas y expresiones que se suceden y modifican incesantemente. Historia es la historia del cambio de la sociedad y sus costumbres, sus hábitos, sus expresiones culturales.
Es ingenuo, entonces, encasillar el tango como expresión válida y permanente de un pueblo y una sociedad a lo largo de la vida.
Todo cambia, todo fluye. El desarrollo no es lineal y en permanente ascenso. Tiene sus retrocesos transitorios, su estancamiento relativo y también, su muerte, para reaparecer, transformado, en otro tiempo y otra sociedad.
Cuando digo transformado, estoy queriendo decir que va a seguir portando en su seno, lo más genuino del ser argentino: su ética, su espíritu de grandeza, su forma expresiva, inimitable que la hace tan nuestra y alguna vez, fue una constante en nuestra historia como país.
Nadie puede garantizar la permanencia y vigencia de determinada forma, sociedad o país. La decadencia de Grecia, Roma o Cártago y los imperios modernos nos muestra, elocuentemente, la inviabilidad de la conservación de determinadas categorías sociales o formulaciones en que la sociedad o el hombre se expresan.
Nuestra música y sus exponentes, no escapan a esta regla de hierro.
Pueden pasar a la historia o al olvido, pero no les podemos garantizar su vigencia y lozanía en su expresión pretérita a través de las distintas etapas que la sociedad transpone.
También, pueden aparecer como comedia o como tragedia pero, su resurrección, en su forma originaria, esta garantizada, únicamente, como una secta o una comparsa.
Ese es un riesgo cierto que corremos sino avanzamos; si nos consuela el pasado por miedo a afrontar el futuro como sociedad organizada. Yo creo que este es un tema de rigurosa actualidad; apasionante.
Lo formulo en forma de hipótesis de trabajo. Estoy persuadido de lo que afirmo, pero no vacilaré en sumarme a la discusión de la tesis que hoy dejo esbozada, con toda la fuerza y la honradez intelectual con que tenemos que afrontar la apasionante tarea que nos hemos planteado.
¡Ni un paso atrás; ninguna polémica bizantina que disperse nuestro convocante proyecto!
De cara al futuro. Hay fuerzas oscuras, intereses espurios, costumbres arraigadas y también conocimiento insuficiente sobre muchos temas.
Pero, convocamos a estudiosos para que, lideren, desde este Centro, un vuelco formidable al esclarecimiento de infinidad de temas puntuales sobre los que, creo, no se puede volver atrás. Este es un compendio sintético de una labor más basta que recién comienza.
Creo que hay que poner el acento en esta ponencia debatible y que he tratado de sintetizar donde, no lo dudo, aparecen infinidad de interrogantes. Pero esta abierta a la polémica.
(Disertación auspiciada por el Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el centro de Estudios Gardeleanos en el Museo Casa Carlos Gardel el 15 de junio de 2006). .
NOTAS:
1 “La tumba sin sosiego” Cyril Connelly. Pág. 33. Edit. Sur. 1949.
2 El lunfardo, pág. 105. Academia del Lunfardo. Sep. 1979.
3 Entiéndase bien cuando me refiero a la muerte del tango en sentido simbólico. Lo ubico como que ha dejado de ser protagonista esencial de un proceso creativo, vivo y dinámico, vigente empero en su sitial histórico.

4 “Lechuza”, Tango. Alfredo Navarrine. “Su muchachada de rompe y raja / se fue a baraja ya derrotada… /Hoy su barriada cambio de traje y el malevaje trabajando está…
5 J.J. Sebreli. Bs. As., Vida Cotidiana y Alienación. Pág. 281, Edit. Sudamericana.
6 J.L. Borges. Obr. Comp. pág. 160. Edit. Emecé.
7 “Heraclito”. Oswald Spengler. Edit. Espasa. Año 1947.
Obras consultadas:
“El Ciclo de la Ilusión y el desencanto”.
P. Gechunoff y Lucas Lach-Editorial. Ariel

“Soc. Económica Argentina 1810/1930” – Armando Rivas – Fundación Banco Boston.

“El Caso argentino”. Vicente V. Presedo – Eudeba

“Auge y Decadencia de la Economía Argentina”. V.V. Presedo Academia Nacional de Ciencias Económicas.

“Imperialismo y Desarrollo Económico”.
J.J. Esteban – Edit. Palestra.

(*) Juan Carlos Esteban nació en Buenos Aires. Como periodista colaboró en la década “del cincuenta”, en la sección literaria del diario Clarín con trabajos históricos y literarios. También encaminó su actividad hacía las disciplinas económicas. Es autor de los libros “Capitalismo de Estado en la Argentina”, “Valor Industrial y Enajenación de DINIE”, “Reflexiones sobre la Crisis Financiera” (1959), “Imperialismo y Desarrollo Económico”, “Emisionismo y Crisis Económica” y también volcó su sentimiento nacional, adentrándose en la cultura popular mediante investigaciones que lo llevaron a publicar el libro “CARLOS GARDEL Encuadre Histórico” e innumerables artículos sobre la vida de nuestro “Morocho del Abasto”. .