miércoles, 27 de abril de 2011

Orlando Ramírez Casas













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Hola, jóvenes:

Orlando Ramírez Casas


Ayer di mi charla “Rayuela, de Cortázar, un tango en homenaje a Gardel” con una modificación sustancial con respecto a las otras ocasiones en que la di: Hice un “mapa sinóptico de recorrido” con las citas de las frases de tangos mencionados por Cortázar en esa novela. El capítulo, la página, el título, el autor de la letra, el compositor de la música, y la indicación de si el tango es del repertorio gardeliano. Este mapa es de doble vía y permite a los lectores de la novela recrearse con los tangos nombrados, y a los tangueros y gardelianos reconocer en el contexto de la novela los títulos que allí se mencionan.

Estábamos citados para las 4 pm. y yo llegué a las tres para preparar mi intervención y recibir a los asistentes. Suele sacarme de quicio la mala y antisajona costumbre del incumplimiento nuestro que ha dado lugar a la denominada “hora colombiana”, con media o una hora de retraso para cualquier cita. Para los que tenemos una puntualidad inglesa eso es mortificante y se ve en los almuerzos, las reuniones, los cocteles, los encuentros casuales, los matrimonios, y los entierros. Ofusca ver al celebrante y sus acólitos revestidos frente al altar, a la espera de que al muerto le dé la gana de venir, o a que la novia termine de ajustarse el strapless, el velo y la cola; o a que le cambien los calzones a la sobrinita que hace las veces de damita de honor y se orinó en ellos, mientras el cura y el novio sudaban la gota gorda mirando el reloj. Recuerdo la vez en que di esta charla y dije a mi anfitrión acerca de la hora citada: “A las 7 pm. empezamos con los que estén”. A las 7 pm. solamente estábamos él y yo, y tuve que comerme mis palabras mientras transcurría una hora de retraso, cuando vine a descubrir que muchos de los asistentes estaban haciendo tiempo y calculando el transcurso de la charla para llegar “cuando se hubiera acabado la cháchara”. Así es que el día de ayer no fue la excepción, y empezamos a las “cuatro y media pasaditas…” pero con una sorpresa: había lleno completo. Aunque el salón no es grande, yo no esperaba tan nutrida y entusiasta asistencia. Ayudado por el mapa de recorrido, que me relevó de hacer las citas puntuales; y por el retraso en el comienzo, que me motivó a recortar las ayudas audiovisuales que había previsto; logré transmitir la parte sustancial de la charla enmarcándome en un término de poco más de media hora. El resultado fue la concentrada atención que percibí en los asistentes y el interés por el contenido. A mi modo de ver, salieron motivados para leer o releer a Rayuela, y motivados para oír con otros oídos los discos allí mencionados. Se cumplió el objetivo.

En la siguiente parte del programa se presentó la pareja de baile de Carlos y Eliana con su vistoso espectáculo que no nos cansa admirar. Son unos profesionales que han recibido reconocimientos por su trabajo.

Luego vino la intervención de nuestro cantor Ovidio Barreiro con un grato repertorio que tuvo la novedad de salirse de los trillados títulos que se aprenden muchos cantantes. Él, con su magnífica voz, nos deleitó con títulos nuevos para mí y para mis acompañantes de mesa. Excelente.

Y, finalmente, hizo su presentación la cancionista Carolina Monsalve. Yo no la conocía, pero no es una recién aparecida. Ya en el 2009 se presentó en el Festival de Tango de Medellín. En el 2010 fue la ganadora en ese festival. Este año volverá a estar en la nómina. Es cantante de academia (vine a saberlo) y se inició como cantante de rock en inglés, naturalmente; pero luego, para fortuna nuestra, se pasó para el tango y los boleros. El Dr. Jaime Jaramillo Panesso le hizo una minientrevista donde ella reconoció que, a diferencia de otros amantes del tango, a ella no le llegó por su familia. “En casa no escuchaban tangos”. Ni por sus amigos “que eran rockeros”. Le llegó por un azar del destino y la enamoró tanto como ella nos enamoró a sus oyentes de ayer. Es una bella joven (28 años), rubia esplendorosa, con un agradable cuerpo y un buen dominio escénico, aparte del indispensable requisito de su buena voz a la que se agrega un factor que no es común: canta con pasión, le pone amor a lo que hace. Fue rico verla, y mejor oírla. Encontré este video que no le hace justicia porque es una grabación deficiente, pero da una pequeña idea sobre esta integrante del grupo musical “A puro tango”.

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1 comentario:

Alberto dijo...

Felicitaciones al amigo Orlando Ramirez por su charla sobre el tango y Julio Cortazar