domingo, 20 de mayo de 2012

EL ÚLTIMO TANGO EN PARIS




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El último tango en París
Víctor Bustamante
El Último Tango en París (1972) aun conserva su encanto. Hay tanto mundo, tanta coincidencia, y tanta fatalidad, que cada que la veo de nuevo, no cabe duda que es la obra maestra de Bernardo Bertolucci.
Paul porque, sí, es Brando y Mary Schneider. Jane, encarnan una pareja que se encuentra casualmente al buscar y coincidir en un mismo cuarto de un piso deshabitado a punto de ser alquilado por alguno de ellos. Así se inicia una relación si ningún tipo de interés sino del encuentro por sí mismo, nada los ata, no hay pasado, cada uno posee su historia personal , pro en esos instantes nada interesa, solo poco a poco parecerán rasgos de cada uno, pero lo interesa es la relación entre ambos, la curiosidad inicial de ella y el dominio de él, que al final se cambiará ante la impaciencia de Jane –
Además hay un Paris como presencia, en las calles, bajo el viaducto del metr donde ellos camina y una escena en una gran salón de baile done la pareja, sale a bailar y se la pasan es viviendo la risa y la coincidencia de su amoríos, ahí es donde subyace la música de Gato Barbieri el compositor de los casi cincuenta momentos musicales de este filme.
Brando casado con una mujer que le es infiel, vive su drama y la Schneider bella, y vital es la mujer ideada, perfecta, la que se encuentra y no tiene ninguna historia, solo es lo que se vive en esos momentos, además no pregunta nada, no se interesa por nada de perfeccionar el desconocido a su manera, solo viven escenas de sexo sobre una casa nunca idealizada, vacía, con algunos muebles cubiertos con sábanas blancas, puros fantasmas y sobre el cálido piso de madera, yacen en esas tardes cuando el acercamiento entre dos desconocidos es la máxima utopía que se realiza. Hay tanta vida en esa pareja, que obligó a que ese filme se convertiría en una película de culto.
La leyenda dice que existían unas líneas generales del guion, las cuales Brando comenzó a quebrar colocando ademanes, palabras, actitudes, momentos que terminaron con la idea de publicar una novela, como en realidad ocurrió.
La película fue censurada en Colombia, y muchas personas fueron a verla a Venezuela. Nuestra mojigatería, solo permito verla después de diez años, para saber que el erotismos que para unos era de una crudeza imposible de dejar ver, consistía en el juego erótico, bello y deslumbrante de una pareja sus poseen sus cuerpos para encontrase.
El Último Tango en París todo sincroniza, la fotografía de Storaro, el guion, loas actores que aun nos deslumbran y sobre todo, la música con esa melancolía que se filtra por las paredes, por los claroscuros de los cuartos, por las calles, y por la sutileza de sus personajes; momentos que conducen a lo inexplicable, crear una obra amaestra del cine

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Gato Barbieri
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Gato Barbieri

Leandro “Gato” Barbieri (Rosario, Argentina; 28 de noviembre de 1932), es un saxofonista de jazz argentino.

Representante destacado del jazz latino, participó en su juventud en la banda de otro destacado jazzista argentino, Lalo Schifrin. Ha abordado también en su carrera el jazz de vanguardia, sobre todo en la década de 1960, y el pop y la fusión a finales dela década de 1970.

 Ha sido influenciado por John Coltrane, Pharoah Sanders y Carlos Santana. Su música tiene frecuentemente un tono desgarrado, a base de notas largas y con un volumen elevado.

A los doce años aprende a tocar el clarinete tras sentirse impresionado por la escucha de "Now's the Time" de Charlie Parker. Se traslada con su familia a Buenos Aires en 1947 y continua recibiendo lecciones de música, cambiándose al saxo alto; hacia 1953 se convierte en una celebridad musical gracias a sus actuaciones en la orquesta de Lalo Schifrin. A finales de la década, comenzó a dirigir sus propios grupos, tocando ya el saxo tenor. Se traslada a Roma en 1962 y conoce en París a Don Cherry, uniéndose a su grupo y empapándose del jazz de vanguardia. Tocó también con Mike Mantler's Jazz Composers' Orchestra a finales de la década de 1960.

Ya en la década de 1970, experimenta un cambio musical y se decide por la reincorporación en su música de melodías, instrumentos, armonías, texturas y ritmos sudamericanos, con dos excelentes músicos, Domingo Cura y Adalberto Cevasco. Discos como el directo El Pampero on Flying Dutchman y sus obras para Impulse, con exploraciones de ritmos y texturas brasileñas, afrocubanas y argentinas, le proporcionaron un gran prestigio en el mundo del jazz.

 Fue, no obstante, un éxito comercial el que lo llevaría a sus cotas más altas de popularidad: su sensual banda sonora para la película de Bernardo Bertolucci El último tango en París, de 1972. Un contrato con A&M en los Estados Unidos le llevó a realizar discos de fusión entre jazz y el pop a finales de la década de 1970. Se centró luego, a principios de la década de 1980, en un sonido suramericano más intenso e influenciado por el rock, aunque sus oscilaciones estilísticas son constantes en su carrera.

 Aquejado de serios problemas al corazón y afectado por la muerte de su mujer, Barbieri estuvo inactivo prácticamente a lo largo de toda la década de 1990, pero regresó en 1997, tocando intensamente en el Playboy Jazz Festival de Los Ángeles, grabando a partir de entonces varios discos.

(Wikipedia)


2 comentarios:

lUIS aRTEAGA dijo...

eXTRAORDIANRIO, FELICITACIONES

Calderon dijo...

Victor en Colombia no fue censurada. Solo en Argentina y otros paises de Asia. Aquí lo que pasó fue que no le gustaba a nadie o a personas como tu, que salián decepcionadas. Claro, luego con el tiempo ahora si disque buena, pobres tontolinos.